Camina por las acogedoras calles de Solvang tras el anochecer con equipo real para cazar fantasmas — medidores EMF vibrando, varillas de zahorí moviéndose — mientras tu guía comparte relatos escalofriantes de la historia y los locales. Escucha voces en la Spirit Box cerca de panaderías embrujadas y termina con un sencillo ritual que te conecta con el lado oculto de Solvang que pocos conocen.
Nos encontramos justo junto al Centro de Visitantes de Solvang — imposible no verlo, con esos techos daneses y ese leve aroma a pasteles en el aire. Nuestra guía, Mariah, ya sostenía un manojo de varillas de zahorí como si acabara de salir de otra época. Me pasó un medidor EMF (que vibraba en mi mano — no sé si por nervios o por las pilas) y nos contó sobre el fantasma del fundador que, al parecer, aún ronda estas calles. Intenté imaginarlo entre todos los turistas comprando galletas de mantequilla. Es curioso cómo empiezas a notar sombras apenas alguien menciona fantasmas.
Recorrimos esas callecitas tan ordenadas, medio atentos a pasos que no eran los nuestros. A lo lejos se veía la antigua Misión Española — Mariah dijo que es uno de los lugares más embrujados aquí, aunque no entramos. Aun así, verla al anochecer me puso la piel de gallina. En un momento sacó una especie de Spirit Box y nos dejó escuchar mientras el aire se llenaba de estática; juraría que oí algo que sonaba como “vete”, pero tal vez mi mente me jugaba una broma. Alguien más dijo que olió humo de pipa cerca de una panadería donde nadie estaba fumando nada.
Me gustó cómo Mariah mezclaba historia con esas historias tan locas — como un burdel en el piso de arriba de lo que ahora es un bar de vinos, o cómo en algún restaurante aún ponen un plato extra para un invitado que nunca llega. Hubo risas también (sobre todo cuando intenté pronunciar “hygge” y fue un desastre), pero a veces nos quedábamos en silencio, atentos a lo que pudiera estar ahí afuera. Al final hicimos un pequeño ritual para “cerrar todo”, como dijo ella — nada dramático, solo con respeto. No digo que ahora crea en fantasmas, pero volver caminando por Solvang de noche se sintió distinto. ¿Sabes?
Se recomienda para mayores de 12 años por temas maduros como crímenes reales y burdeles; no es apto para menores de 9.
Sí, tendrás experiencia práctica con medidores EMF, varillas de zahorí y una Spirit Box durante el tour.
No se entra a edificios; recorrerás las calles principales de Solvang y verás lugares como la antigua Misión Española desde afuera.
Sí, todas las áreas y superficies del recorrido son accesibles; también hay opciones de transporte para sillas de ruedas.
El grupo se reúne junto al Centro de Visitantes en el centro de Solvang.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante toda la experiencia.
Tu noche incluye el uso de varillas de zahorí en un lugar embrujado de Solvang, tiempo práctico con medidores EMF mientras recorres calles históricas y una sesión con la Spirit Box usando el Método Estes guiada por tu experto local, para terminar con un ritual de cierre respetuoso.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?