Sobrevuela los cañones salvajes y las antiguas viviendas Anasazi de Sedona en un tour en helicóptero de 20 minutos con narración en vivo de tu piloto local. Disfruta vistas de Devil’s Bridge y Secret Canyon antes de aterrizar para tomar algo y compartir historias en la base. Prepárate para momentos de asombro y adrenalina que recordarás mucho tiempo.
Lo primero que noté no fue la vista, sino el sonido: ese zumbido profundo en el pecho cuando las hélices del helicóptero comenzaron a girar. Nuestro piloto, Mike, me pasó unos auriculares y sonrió como si ya hubiera visto esa mezcla de nervios y emoción antes. Incluso dentro de la cabina se sentía el olor a polvo del desierto, o al menos eso parecía—quizá mi mente jugaba con la idea después de ver toda esa tierra roja afuera mientras esperábamos para despegar.
Despegamos tan suavemente que casi no me di cuenta hasta que Sedona empezó a hacerse pequeña bajo nosotros. Los acantilados y las agujas parecían irreales desde arriba, como pintados. Mike señaló Devil’s Bridge, ese arco natural que tanto aman los senderistas, pero desde aquí parecía aún más frágil. Nos contó la historia de alguien que se comprometió ahí (creo que dijo que pasa cada semana), y luego giró hacia la izquierda rumbo a Secret Canyon. El sol iluminó las rocas justo en el momento perfecto y todo se volvió de un naranja intenso por un instante. En mis auriculares solo se escuchaba la voz de Mike y el latido de mi corazón.
No esperaba sentirme tan cerca de esas antiguas viviendas Anasazi en los acantilados. Están escondidas en las paredes del cañón, tienen 700 años, y se pueden ver las huellas de quienes vivieron allí: piedras ennegrecidas por el fuego, pequeñas repisas para ollas, tal vez. Mike bajó la velocidad para que pudiéramos observar bien; intenté imaginar cómo sería la vida diaria ahí abajo, con el viento y los pájaros a lo lejos. Había algo respetuoso en verlas desde arriba sin pisar nada.
Cuando aterrizamos (mis piernas temblaban), nos ofrecieron cerveza fría o café en la oficina—la verdad, después de esa descarga de adrenalina, cualquiera de las dos opciones sonaba perfecta. Terminamos sentados compartiendo historias con un grupo de gente de Phoenix que tampoco había volado en helicóptero antes. Todavía recuerdo ese momento sobre Secret Canyon cuando todo quedó en silencio salvo el viento afuera. Si buscas una excursión desde Sedona que sea más que solo turismo, esta es la indicada.
El vuelo dura aproximadamente entre 20 y 25 minutos.
Sí, ofrecen cerveza, vino, refrescos, café o té tras el vuelo.
Sí, sobrevolarás directamente las viviendas Anasazi de 700 años durante el recorrido.
Sí, el piloto narra en directo durante todo el tour en helicóptero.
El peso máximo permitido por asiento es de 300 libras (136 kg).
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados de un adulto; los bebés van en el regazo de un adulto.
Sí, incluyen auriculares para que escuches bien al piloto durante el vuelo.
No, el tour sale desde la oficina; no se menciona recogida en hotel.
Tu día incluye un vuelo en helicóptero de 20 a 25 minutos con narración personalizada sobre los puntos clave de Sedona como Devil’s Bridge y Secret Canyon, con auriculares para escuchar claramente al piloto. Al aterrizar, relájate con agua embotellada y bebidas como cerveza, vino, refrescos o café antes de continuar—no necesitas botas de senderismo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?