Sigues la luz de una linterna por las plazas embrujadas y calles empedradas de Savannah con un guía local que comparte historias de fantasmas y leyendas de siglos atrás. Escucha pasos en porches silenciosos, ríe con supersticiones del barrio y disfruta la atmósfera misteriosa de la ciudad de noche—quizás salgas mirando por encima del hombro.
Alguien me pasa una linterna con vela parpadeante, y de repente siento cómo es el aire en Savannah de noche: suave pero denso, como si contuviera la respiración. Nuestro guía, Marcus (que dice que su abuela lo llama “el único que no se asusta”), nos reúne cerca de Chippewa Square. Comienza con una historia sobre un duelo que ocurrió justo donde estamos. Percibo el aroma a tierra húmeda y algo dulce, tal vez magnolia o simplemente la esencia de la ciudad. Al escucharlo, casi puedes oír los pistones de las pistolas en la oscuridad.
Avanzamos despacio por las calles empedradas, cuidando no tropezar. El musgo español cuelga de cada rama sobre nosotros, dándole un aire fantasmal al lugar. Marcus baja la voz cuando habla de las epidemias de fiebre amarilla y las viejas supersticiones; a veces, los transeúntes se detienen a escuchar, como si también quisieran ser parte. Hubo un momento frente a una casa antigua en que hizo una pausa para que escucháramos pasos en el porche—solo se oían los grillos, pero aún así sentí un escalofrío. Quizá fue la historia, o quizá algo más.
No esperaba reír tanto como lo hice—Marcus tiene una forma de contar que hace que hasta las historias más escalofriantes parezcan secretos del barrio. Señaló una ventana donde, según dicen, alguien aparece a medianoche (traté de verla, pero nada). En un momento, mi amigo intentó pronunciar “Bonaventure” con acento sureño; Marcus casi se le cae la linterna de la risa. Seguimos recorriendo distintas plazas, cada una con su propia leyenda o rumor—algunas tristes, otras simplemente extrañas.
El tour termina de nuevo en Chippewa Square, pero nadie tiene prisa por irse. Hay algo en Savannah de noche que invita a quedarse un poco más, con la esperanza de captar un susurro o una sombra al borde de la vista. Sigo pensando en esa sensación mientras camino bajo esos árboles cubiertos de musgo, preguntándome qué historias serán verdad.
El punto de encuentro es en Chippewa Square, en el centro de Savannah.
El recorrido histórico dura 90 minutos.
Sí, el tour al aire libre es accesible para sillas de ruedas en todo el recorrido.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados por un adulto.
El tour funciona con cualquier clima, salvo condiciones extremas; vístete apropiadamente.
Sí, hay opciones de transporte público cerca para facilitar el acceso.
Los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante el recorrido.
Sí, los animales de servicio están permitidos en la ruta del tour.
Tu noche incluye un recorrido guiado por plazas históricas y calles empedradas, con un guía profesional que comparte historias de fantasmas, leyendas, supersticiones y la historia profunda de Savannah—todo bajo la luz de una linterna antes de regresar a Chippewa Square.
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