Recorrerás el centro de St. Pete en un cómodo carrito de golf con guía local, haciendo paradas para ver el mar, murales llenos de color y parques tranquilos. Prepárate para escuchar historias que no aparecen en internet, descubrir arte inesperado y sentirte parte de la ciudad, no solo un visitante.
Nunca había subido a un carrito de golf legal para la calle, mucho menos recorriendo el centro de San Petersburgo con música de fondo y el viento enredando mi pelo. Nuestro guía, Chris, tenía ese don para señalar detalles que pasarían desapercibidos—como esos árboles banyan en North Straub Park que parecen abrazarse entre sí, o cómo los ladrillos de la antigua fábrica Studebaker aún retienen el calor de Florida. El aire olía a mar mezclado con césped recién cortado mientras cruzábamos parques y murales a toda velocidad.
Hicimos una parada en el St. Pete Pier—había un tipo pescando en la orilla que nos saludó como si fuéramos de la zona. La vista sobre la Bahía de Tampa era todo azul brillante y veleros; intenté sacar una foto pero la realidad era mucho mejor. Chris nos contó anécdotas sobre el bigote de Salvador Dalí (que al parecer tenía sus propias reglas) mientras pasábamos por las curvas de vidrio del museo. Me sorprendió lo tranquilo que se siente ver tanto arte y agua en una sola tarde, sin tener que buscar estacionamiento ni preocuparse por los semáforos.
Quizá lo mejor fue cuando cruzamos Old Northeast—robles formando túneles sobre la calle, vecinos saludando desde sus porches como si nos conocieran de toda la vida. En algún momento me di cuenta de que habíamos recorrido media ciudad sin sudar ni perdernos esos detalles que solo alguien local te puede mostrar. Ah, y hubo un instante en el Gizella Kopsick Palm Arboretum en el que todo olía a verde—difícil de explicar, pero se me quedó grabado.
La duración exacta no está especificada, pero el recorrido abarca varios barrios del centro con distintas paradas para fotos y descansos.
No hay recogida en hotel; el punto de encuentro es en The Hollander Hotel, en el centro de St. Pete.
Puedes pasar o detenerte en sitios como el Museo Salvador Dalí, Chihuly Collection, North Straub Park, St. Pete Pier, Gizella Kopsick Palm Arboretum, el barrio Old Northeast y más.
Hay agua ilimitada a bordo y descuentos en algunos cafés si muestras tu comprobante de la reserva del tour.
Sí—los bebés necesitan silla de seguridad; todas las edades son bienvenidas si van acompañados de un adulto.
El tour es apto para la mayoría, pero no se recomienda para personas con lesiones de columna o embarazadas.
Hay estacionamiento en la calle cerca de The Hollander Hotel; paga en los parquímetros según sea necesario.
Ves mucho más que caminando y te acercas a barrios, arte urbano, parques y zonas junto al mar—todo con comentarios en vivo de un guía local.
Tu día comienza encontrándote con tu guía-conductor local autorizado en The Hollander Hotel, en pleno centro de St. Pete, antes de salir en un carrito de golf deluxe, legal para la calle, con estéreo Bluetooth y asientos cómodos. Tendrás agua ilimitada a bordo, auriculares para escuchar las historias mientras avanzas entre paradas (con tiempo para baños y muchas fotos), y descuentos en cafés locales mostrando tu confirmación de reserva—perfecto si quieres tomar un café o almorzar durante el recorrido.
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