Entrarás en el oscuro pasado de Salem mientras tu grupo privado descifra pistas y resuelve enigmas para ayudar a un vampiro maldito a recuperar su ataúd. Prepárate para risas, sorpresas y momentos donde todos se sumergen en la historia. Sin extraños en la sala y con una anfitriona cercana, aquí no se trata de ganar rápido, sino de vivir tu propia leyenda de Salem.
Lo primero que me llamó la atención fue la pesada puerta de madera, casi demasiado real para un escape room en Palm Springs. Había un leve aroma a libros antiguos y algo herbal, quizá falso pero lo suficientemente convincente para hacerte olvidar que solo era un juego. Nuestro grupo entró entre bromas nerviosas, hasta que la anfitriona (creo que se llamaba Jamie) nos contó la historia: Salem, años 1690, un amor trágico, hechizos y un vampiro que no puede abrir su propio ataúd. Tenía una forma de contar que me hizo olvidar que debíamos resolver acertijos y no solo escuchar chismes de hace tres siglos.
Empezamos a investigar: velas, cartas crípticas, hasta un baúl chirriante que hizo saltar a mi amigo (yo me reí demasiado fuerte). Las pistas no eran obvias pero tampoco injustas; alguien murmuraba algo sobre “lógica de bruja” entre dientes. En un momento intenté leer una frase en latín en voz alta —la arruiné por completo— y Jamie sonrió desde su escritorio. La luz era tenue pero acogedora; la verdad perdí la noción del tiempo porque discutíamos sobre qué pista iba dónde y quién abría la siguiente cerradura. Se sentía como estar dentro de una historia, no solo jugando.
No esperaba que nos metiéramos tanto en el drama entre la bruja y su desafortunado prometido. Cerca del final hubo un momento —sin spoilers— donde todos nos quedamos en silencio un segundo y luego explotamos en risas al darnos cuenta de lo cerca que estuvimos de pasar por alto algo justo frente a nosotros. Escapamos con minutos de sobra (por poco), con el corazón acelerado y aún debatiendo quién habría sobrevivido en Salem de verdad. Al salir, alguien ya hablaba de reservar otro juego para el mes que viene. A veces sigo pensando en ese último acertijo, ¿sabes cuando algo se te queda grabado?
Todos los juegos son privados solo para tu grupo, sin extraños.
Hasta 65 personas pueden jugar simultáneamente en diferentes salas.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben estar acompañados por un adulto.
Sí, todas las áreas son accesibles para sillas de ruedas, incluyendo opciones de transporte.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el juego.
Vístete cómodo y usa zapatos cerrados, como se recomienda.
Bebés y niños pequeños pueden participar si están en cochecito o portabebés.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar.
Tu experiencia incluye acceso exclusivo a un escape room privado solo para tu grupo, sin extraños. El lugar es totalmente accesible para sillas de ruedas, permite animales de servicio, recibe familias con cochecitos o portabebés, y está cerca de transporte público para que llegar sea fácil sin importar las necesidades de tu grupo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?