Verás Charleston desde una perspectiva única—de cerca, al paso del caballo, con relatos que no encontrarás en ninguna guía. Ideal para parejas o grupos pequeños que buscan una experiencia íntima y relajada.
Lo primero que noté fue el suave golpeteo de los cascos resonando en las viejas calles de ladrillo cerca del City Market. Nuestro conductor, un local que lleva toda la vida aquí, nos saludó con un gesto y nos ayudó a subir al carruaje—sin prisa, con ese ritmo pausado sureño que solo encuentras en Charleston. El aire de la mañana olía a magnolia y se escuchaban los vendedores preparando sus puestos, llamándose entre ellos mientras nos acomodábamos.
Pasamos frente a casas de colores pastel y rejas de hierro que parecían llevar siglos ahí. Nuestro guía señalaba patios escondidos y contaba historias de piratas y poetas que caminaron por estas mismas calles. Vi una familia saludando desde un balcón sobre una antigua panadería—era como entrar en una postal viviente. La ruta cambia según el día (la ciudad decide), así que cada paseo tiene sus propias sorpresas. La nuestra recorrió callejones tranquilos donde el musgo español colgaba bajo, rozándonos los hombros si nos asomábamos un poco.
La ciudad asigna las rutas cada día, así que no podemos garantizar un camino específico—pero todas incluyen lugares históricos hermosos y rincones secretos.
¡Claro! Los bebés solo necesitan ir en el regazo de un adulto. El paseo es suave y seguro para todas las edades.
Tu carruaje te recoge y deja justo al lado del Historic City Market—fácil de encontrar y cerca de muchas tiendas y cafés.
Tu propio carruaje privado tirado por caballos (hasta 4 personas), además de un conductor-guía local que comparte historias durante el recorrido. Los impuestos locales están incluidos.
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