Despega sobre la costa de Honolulu con un guía local que te señalará Waikiki Beach y Magic Island, luego rodea el cráter de Diamond Head antes de volar sobre el cementerio Punchbowl y los rascacielos del centro. Con auriculares puestos y el viento en el pelo (puedes elegir puertas abiertas), descubrirás la costa de Oahu de una forma que recordarás mucho tiempo después de aterrizar.
Lo primero que sentí fue la sal en el aire — incluso antes de despegar del aeropuerto de Honolulu, se pegaba a mi piel. Nuestro piloto, Kaleo, repartió los auriculares (yo batallé un poco con los míos) y sonrió como si hubiera visto ese nerviosismo mil veces. Las hélices arrancaron, más ruidosas de lo que esperaba, y de repente el suelo desapareció. Waikiki parecía un juguete desde aquí arriba, todos esos rascacielos alineados a lo largo de la curva de la playa. Intenté ver a los surfistas, pero eran solo puntitos moviéndose entre franjas turquesas.
Kaleo señaló Magic Island (que en realidad no es una isla — se rió de eso), y luego sobrevolamos Ala Moana Beach Park. El agua cambiaba de color cada pocos segundos; azules que ni siquiera sé cómo llamar. Cuando dimos la vuelta al cráter de Diamond Head, bajó la velocidad para que todos pudiéramos verlo bien. Es impresionante ver lo afilada que es la cresta desde arriba — parece que alguien la hubiera cortado con un cuchillo. Lo llamó Lēʻahi en hawaiano y nos contó que el nombre viene de la forma de una aleta de atún. Intenté pronunciarlo; seguro que lo hice fatal porque Kaleo solo sonrió con paciencia.
La ciudad quedó atrás mientras nos dirigíamos hacia el cráter Punchbowl y el Cementerio Nacional Memorial del Pacífico — filas de piedras blancas perfectamente ordenadas dentro de un volcán antiguo. Hubo un silencio raro en mis auriculares por un momento mientras volábamos sobre ese lugar; hasta Kaleo se quedó callado. Después, el centro de Honolulu pasó rápido bajo nosotros: torres de cristal, coches diminutos entre calles por las que había caminado esa misma semana. Fue extraño ver lugares donde estuve hace solo una hora tan pequeños desde el aire.
No dejaba de pensar en lo rápido que pasa todo — treinta minutos suena corto, pero allá arriba el tiempo se estira diferente. El sol me daba en la cara por la puerta abierta (sí, puedes volar con las puertas fuera si quieres), y el viento me azotaba los tobillos. Mi móvil colgaba de un cordón para no perderlo mientras hacía fotos — que, siendo honestos, no le hacían justicia al paisaje. Sigo pensando en esa vista de Waikiki al final; no sé bien por qué, pero se me quedó grabada.
El tour compartido en helicóptero dura aproximadamente 30 minutos.
Verás Waikiki Beach, el cráter de Diamond Head, Magic Island, Ala Moana Beach Park, el puerto de Honolulu, el cementerio Punchbowl, el centro de Honolulu y más.
Sí, tu piloto local ofrece comentarios en vivo durante todo el tour a través de los auriculares.
Sí, puedes elegir volar con o sin puertas en este tour.
Cada vuelo compartido tiene entre dos y tres asientos disponibles.
No, el tour empieza y termina en el aeropuerto de Honolulu (HNL), no incluye recogida en hotel.
Te darán auriculares de aviación para los comentarios y un cordón para el móvil para que puedas hacer fotos sin riesgo de perderlo.
El peso combinado de dos pasajeros no puede superar las 380 libras en vuelos compartidos.
Tu experiencia incluye auriculares de aviación para escuchar la guía en vivo y un cordón para el móvil para que puedas hacer fotos con seguridad durante el vuelo; los vuelos salen del aeropuerto de Honolulu y puedes elegir entre puertas puestas o abiertas según prefieras.
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