Recorrerás el World Trade Center de NYC con un guía que da vida a historias reales—desde la valentía de los bomberos hasta los memoriales silenciosos—luego explorarás el Museo 9/11 a tu ritmo y, si quieres, disfrutarás las vistas desde el One World Observatory. Es una experiencia intensa pero que te conecta; verás Nueva York con otros ojos.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente estar justo donde cambió la historia? Yo sí, por eso me uní a este tour del World Trade Center que empieza en el Starbucks frente al Oculus—la verdad, solo encontrar esa estación de metro ya parecía entrar en una película de ciencia ficción. Nuestro guía, Mike, comenzó ahí mismo con unas fotos enormes—más grandes que mi mochila—y de repente el lugar se sentía más pesado. Nos contó sobre el Capitán Jonas y su equipo (los “Dragon Fighters,” que suena a banda de rock), y se notaba que había conocido a algunos de ellos. Hubo un momento en que describió el silencio tras la caída de las torres—juro que hasta el ruido de la ciudad se apagó por un segundo.
Seguimos por Memorial Plaza, pasando gente dejando flores junto a los nombres. El aire olía a piedra mojada y algo dulce—quizá árboles o la primavera intentando abrirse paso. Mike nos señaló el Árbol Sobreviviente y nos contó cómo resistió todo; toqué su corteza sin pensarlo mucho. En Brookfield Place explicó la Operación Aegis—un rescate en barco que yo ni conocía—y de repente todos esos ferris en el río cobraron otro significado. También paramos en el Atrio Winter Garden, con cristales que atrapaban la luz de formas extrañas. El Memorial Eleven Tears fue más silencioso de lo que esperaba; nadie dijo mucho.
La caminata terminó en el nuevo complejo del World Trade Center, pero mi mente seguía en esas historias—sobre todo la del “Surfista del 9/11” que de alguna manera bajó 88 pisos sobre escombros (tuve que buscar eso después). Con nuestras entradas saltamos las filas para entrar al Museo 9/11. Ese lugar es... difícil de explicar. Objetos tras vitrinas, papeles, zapatos, metal derretido; huele a libros viejos y piedra. Perdí la noción del tiempo leyendo las notas que la gente escribió ese día.
Si eliges el extra del Observatory (yo lo hice), subes en un ascensor tan rápido que te tapan los oídos—48 segundos hasta el piso 100. Las pantallas muestran cómo cambió Manhattan a lo largo de los siglos mientras subes, algo alucinante. Arriba, en un día despejado, puedes ver hasta cuatro estados (a mí me tocó algo brumoso, pero igual fue impresionante). Me apoyé en el vidrio frío y traté de imaginar todo lo que había abajo antes de volver a la calle—todavía no sé si he procesado todo.
La experiencia completa dura unas cinco horas, incluyendo la caminata, la visita al museo y la entrada al observatorio.
Sí, tu ticket incluye acceso sin filas al Memorial y Museo 9/11.
Sí, si eliges esa opción al reservar, el ticket para el observatorio está incluido.
El tour empieza en el Starbucks frente a la estación de metro Oculus, en Lower Manhattan.
No, no hay recogida en hotel; los participantes se reúnen en un punto céntrico cerca del Oculus.
No, esta experiencia no incluye comidas ni bebidas.
Sí, todas las áreas, incluido el museo y el observatorio, son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los niños pueden unirse; los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carriola.
Tu día incluye un tour guiado de dos horas caminando con imágenes históricas grandes por el área del World Trade Center, acceso sin filas al Memorial y Museo 9/11 y (si eliges) entrada al One World Observatory—todo con impuestos y tasas cubiertos para que luego explores por tu cuenta.
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