Deja atrás New Orleans y deslízate por Honey Island Swamp en un barco pequeño con un guía local que conoce cada rincón del bayou. Observa caimanes, mapaches y aves de cerca; visita un pueblo cajún solo accesible por agua; escucha historias que no encontrarás en ningún folleto. Este es el corazón salvaje de Louisiana, barro en los zapatos incluido.
Aún recuerdo cómo cambió el aire al dejar atrás New Orleans: los olores urbanos se desvanecían para dar paso a algo más verde, denso y casi dulce. El camino no fue largo (unos 40 minutos), pero parecía que cruzábamos a otro mundo. Aparcamos cerca del lago Pontchartrain; escuchaba ranas antes de ver el agua. El guía, Earl, tranquilo pero con buen humor, nos llamó hacia un barco de fondo plano que parecía hecho para secretos. Dijo que podía deslizarse por sitios “donde hasta los caimanes tienen que meter barriga”. Me reí, pero no iba desencaminado.
Lo primero que me impactó fue el sonido: pájaros por todos lados, y luego solo el chapoteo del remo cuando Earl nos frenaba para señalar un mapache asomado entre las raíces de un ciprés. El musgo español colgaba de todo, y había un aroma terroso, mezcla de madera mojada y un toque floral que no supe identificar. Earl nos contó cómo las familias cajún aún usan plantas para medicina y comida; incluso señaló una hoja que llaman “menta del pantano”. (Intenté decir su nombre real, y fue un desastre.)
Navegamos junto a tortugas tomando el sol y un par de caimanes que parecían medio dormidos hasta que Earl lanzó un malvavisco (al parecer les encanta). Hubo un momento en que todo el barco quedó en silencio viendo un búho parpadear desde una rama; parecía que el tiempo se detuvo. Más tarde pasamos por casas de madera sobre pilotes, solo accesibles por agua. Un hombre saludó desde su porche con una taza en la mano; Earl le respondió como si fueran viejos amigos. Esa imagen se me quedó grabada: la forma en que la gente vive aquí, moldeada por el pantano.
Al acabar el tour por Honey Island Swamp, tenía barro en los zapatos y más preguntas que respuestas sobre cómo los humedales de Louisiana desaparecen tan rápido. No se trata solo de ver caimanes o fauna, sino de entender cuánto se aferra la vida aquí, a veces en silencio. Si vas, lleva mente abierta... y repelente para mosquitos.
Debes conducir desde New Orleans hasta Slidell, cerca del lago Pontchartrain; el transporte no está incluido.
El paseo guiado dura unas 2 horas por el pantano y el bayou.
No, no incluye recogida ni regreso al hotel; debes conducir hasta el punto de encuentro.
Es muy probable que veas caimanes, además de mapaches, búhos, tortugas y aves.
Vístete según el clima; lleva capas si hace falta, ya que el tour se realiza con lluvia o sol.
Es apto para todos los niveles físicos, pero no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares graves.
Sí, el guía local ofrece comentarios en vivo sobre la fauna, la cultura cajún y la historia de los humedales durante todo el recorrido.
Sí, conocerás un pueblo cajún auténtico accesible solo por barco durante el paseo.
Tu día incluye un paseo guiado de dos horas en barco por Honey Island Swamp con comentarios en vivo de un experto local; también pasarás por un auténtico pueblo cajún solo accesible por agua antes de regresar a tierra por tu cuenta.
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