Recorre las calles oscuras de Nashville con un guía local, escuchando relatos de crímenes reales y leyendas de fantasmas desde Printer’s Alley hasta el Capitolio. Siente la historia en la piel, prueba un lector EMF y descubre el lado oculto de Music City que pocos ven de noche.
“No te creas todo lo que se dice de los fantasmas—algunos son solo viejos borrachos que nunca se fueron,” bromeaba nuestro guía, Marcus, mientras nos apretujábamos en Printer’s Alley. La lluvia había parado, pero el aire seguía oliendo a ladrillo mojado y humo de cigarro que salía de los bares. No podía evitar mirar por encima del hombro, esperando que el fantasma del impresor que mencionó Marcus apareciera con su chaleco de otra época. Es curioso: la gente reía y se tomaba selfies, pero había un silencio raro, como si el callejón mismo estuviera escuchando.
Luego nos dirigimos al Capitolio del Estado de Tennessee (que estaba en obras y rodeado de vallas), y Marcus nos contó sobre William Strickland, el arquitecto que pidió ser enterrado en el edificio que diseñó. “Nunca se fue del todo,” dijo Marcus, tocando su lector EMF con una sonrisa cómplice. Alguien detrás de mí se estremeció y no supe si fue por el viento o por la historia. El eco de nuestros pasos en esos pasillos de mármol vacío se sentía pesado. La verdad, no esperaba sentir mucho, pero hubo un momento en que juraría haber oído algo—quizá solo eran mis nervios.
Las historias se pusieron más oscuras conforme avanzábamos: Skull Schulman y su Rainbow Room (yo no lo conocía), escándalos que hoy harían titulares, y el vestíbulo de un hotel que parecía normal hasta que notabas cómo el encargado nocturno miraba ciertas esquinas. Marcus conocía a todos—saludaba a los bartenders o a la gente que pasaba, colando pedacitos de historia de Nashville entre relatos de asesinatos y apariciones. En un momento nos enseñó a usar un lector EMF; el mío pitaba sin sentido, pero algunos juraban que el suyo se disparó cerca de una farola antigua.
Creo que lo que más me quedó no fueron solo las historias, sino lo vivo que se sentía todo—hasta las partes embrujadas. Había risas mezcladas con miradas nerviosas, y por unas horas Nashville no fue solo luces de neón—fue secretos, sombras y gente que tal vez nunca se fue del todo. A veces todavía pienso en ese callejón cuando llueve.
Todos son bienvenidos, pero menores de 18 deben ir acompañados por un adulto; los padres deciden si los temas sensibles son adecuados para sus hijos.
El tour visita lugares como el Capitolio, pero el acceso puede estar limitado por las obras; la mayoría de la experiencia es al aire libre o en zonas públicas.
Se recorren varios puntos históricos del centro; usa calzado cómodo porque hay escaleras y superficies irregulares.
El tour se realiza con lluvia o sol; solo se pospone en caso de alertas de clima severo.
Los lectores EMF se pueden comprar o alquilar durante el tour.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este recorrido guiado por Nashville.
Sí, hay opciones de transporte público cerca para llegar fácilmente al centro de Nashville.
Tu noche incluye un tour guiado a pie por el centro de Nashville con paradas en Printer’s Alley, el Capitolio de Tennessee (con posibles restricciones), hoteles históricos y la oportunidad de usar lectores EMF. Llueva o truene, las historias no paran y terminarás de nuevo bajo las luces de Music City al caer la noche.
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