Recorre el centro de Nashville probando costillas BBQ ahumadas, pollo picante, cerveza local y cócteles artesanales mientras escuchas historias de guías que crecieron aquí. Música en vivo desde las puertas y risas genuinas compartiendo platos — una tarde que se siente más como estar con amigos que un tour típico.
Lo primero que me atrapó fue el aroma — ese humo dulce que salía de una pequeña puerta lateral justo al lado de Broadway en el centro de Nashville. Nuestra guía, Jamie, me entregó un cuarto de costillas tan tiernas que la carne se deshacía sola. Ni siquiera soy fan de las costillas, pero terminé cada bocado pegajoso antes de darme cuenta de que había dejado de escuchar su historia sobre las antiguas imprentas que funcionaban en esta calle. Ella se rió y dijo: “Así sabes que está bueno.”
Seguimos caminando entre luces de neón y esos bares honky tonk que parecen sacados de una película, pero Jamie nos llevaba a lugares que jamás habría encontrado por mi cuenta. En un sitio, un cocinero nos llamó con las manos aún cubiertas de cayena — quería que probáramos su Nashville hot chicken “de verdad”. Estaba tan picante que me hizo llorar (pero de buena manera), y la cerveza local fría que sirvieron después supo aún mejor. Alguien empezó a tocar la guitarra en un rincón y por un instante sentí que todos en la sala estaban ahí solo por la música.
No esperaba interesarme mucho por Printers Alley o el viejo Ryman Auditorium — pero escuchar pequeñas historias de gente que realmente creció aquí lo hizo diferente. Hubo un momento en una destilería pequeñita donde probamos whisky (todavía no sé si me gustó) y Jamie nos contó cómo su abuela se colaba en los shows cuando las entradas costaban cincuenta centavos. El aire afuera estaba denso y húmedo, pero a nadie parecía importarle; todos reíamos intentando decir “y’all” de forma natural y fallando estrepitosamente.
Al final, no sabía si eran los cócteles o simplemente Nashville, pero todo se sentía más cálido. Mi camisa olía a humo de leña y pollo frito, y honestamente no era algo malo. Si buscas algo elegante o pulido, este tour no es para ti — pero si quieres comer bien y escuchar historias de gente que ama su ciudad, seguro te quedarás pensando en esto mucho tiempo después.
El tour dura entre 3 y 3.5 horas.
Sí, incluye comida en cuatro restaurantes más una parada especial.
Incluye una cerveza local y dos cócteles artesanales con la entrada.
Sí, en varios momentos del recorrido hay música en vivo.
No, el punto de encuentro es en una ubicación céntrica del centro.
Sí, solo indica alergias o necesidades especiales al reservar.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito o en el regazo de un adulto.
El recorrido explora el centro de Nashville, incluyendo Broadway y Printers Alley.
Tu día incluye todas las degustaciones en cuatro restaurantes locales más una parada especial — suficiente para un almuerzo — junto con tres bebidas alcohólicas (cerveza local y dos cócteles artesanales), entrada a lugares históricos, propinas en cada restaurante y la guía de locales que comparten sus propias historias mientras recorres el centro de Nashville.
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