Entra al Museo de Ciencias Naturales de Houston para ver fósiles de dinosaurios, gemas brillantes y pasear por un hábitat vivo de mariposas alrededor de una cascada. Con la entrada a las exposiciones permanentes y al Centro de Mariposas Cockrell incluida, te rodearás de color y curiosidad — momentos que recordarás mucho después de irte.
¿Alguna vez has intentado seguir con la mirada a una mariposa y la has perdido a mitad de camino? Así empezó mi día en el Museo de Ciencias Naturales de Houston, dentro del Centro de Mariposas Cockrell, donde el aire se sentía denso y cálido, casi como un verano en Houston pero más dulce. La cúpula de cristal vibraba (literalmente) con alas por todas partes. Pensaba que podría ver alguna posada, pero estaban demasiado ocupadas mostrando sus colores sobre helechos y orquídeas. En el centro hay una cascada — dicen que mide 15 metros — y la escuchas antes de verla. La verdad, no esperaba sentirme tan pequeño ahí dentro.
Después nos adentramos en la sala de dinosaurios. La más grande de Norteamérica, según dicen — y sí, es enorme. Nuestra guía (creo que se llamaba Carla) nos señaló un cráneo de T-Rex que parecía que podría tragarse todo mi cuerpo. Nos contó que algunos de esos fósiles vienen de aquí mismo, de Texas, y eso me hizo sentir orgulloso sin razón aparente. Los niños cerca discutían sobre qué dinosaurio ganaría en una pelea; su papá se reía y me miraba como diciendo “¿quién sabe?”. El museo es tan grande que puedes perderte si no estás atento — o tal vez fui yo, que me distraje con todas las piedras brillantes en la sala de gemas.
Me tomé un café en la cafetería (no estaba mal) y terminé de nuevo cerca de las mariposas porque quería intentar decir “Morpho peleides” en voz alta después de verlo en un cartel. Li, una de las encargadas, me escuchó pronunciarlo mal y sonrió — dijo que la mayoría ni lo intenta. Hay algo especial en ver miles de mariposas revoloteando mientras la gente se queda en silencio, con el móvil en mano o simplemente mirando hacia la luz que entra por el cristal. Se sentía tranquilo pero a la vez lleno de energía.
Si buscas una escapada en Houston que combine ciencia con un poco de magia (y algo de humedad), este es el plan. Aún recuerdo esos morphos azules que pasaban junto a mi hombro — casi olvido que estábamos dentro de un edificio.
Sí, tu boleto cubre la entrada a todas las exposiciones permanentes y al Centro de Mariposas Cockrell.
No, no se permiten cochecitos dentro, pero hay un área para dejarlos cerca.
Sí, tanto el museo como el Centro de Mariposas son accesibles para sillas de ruedas.
Recogerás tus entradas en la taquilla a cambio de tu comprobante de Viator.
Se permiten animales de servicio, pero podrían pedirte que salgas si el animal o los de la exhibición se alteran.
Tu visita incluye la entrada a todas las exposiciones permanentes del Museo de Ciencias Naturales de Houston y acceso completo al Centro de Mariposas Cockrell; solo cambia tu comprobante en la taquilla al llegar.
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