Navega frente al brillante skyline de Miami con bebidas ilimitadas en mano, música flotando sobre Biscayne Bay y locales contando historias mientras pasas por Star Island y Fisher Island. Risas, sabores nuevos (prueba el Tinto de Verano) y momentos en que las luces de la ciudad parecen casi al alcance.
Lo primero que me llamó la atención no fue la vista, sino las risas que rebotaban en la cubierta del barco mientras nos alejábamos de Bayside Marketplace. Alguien detrás de mí ya tenía en la mano un vaso de Tinto de Verano (nunca lo había probado antes, sabe a verano, de verdad), y el DJ nos iba metiendo en ambiente con unos clásicos de Miami. El aire olía un poco a sal, pero también dulce, quizá por algún perfume o simplemente por la ciudad misma. Me apoyé en la barandilla intentando captar todas las luces que parpadeaban sobre Biscayne Bay, pero había tanto pasando a la vez que era imposible asimilarlo todo.
Nuestra guía, Carla, señaló Star Island mientras pasábamos y contó historias sobre qué celebridad vivía en cada casa (no reconocí la mitad de los nombres, pero todos los demás parecían impresionados). En un momento cambió al español para una familia cercana, y solo pillé una palabra de cada tres. El skyline desde ahí afuera parecía casi irreal; el reflejo en el agua duplicaba todo. También pasamos por Fisher Island, y Carla bromeó diciendo que para pisar ese lugar hacía falta ganar la lotería. Pensé en lo diferente que se siente Miami desde la bahía por la noche comparado con caminar por el centro durante el día. Hay un silencio especial, incluso con la música sonando.
Probé un poco de cada bebida (no me enorgullece), sobre todo porque el bartender no paraba de recomendar con una sonrisa—dijo que “el champán es para ver atardeceres”, así que lo guardé para cuando pasamos bajo el viejo puente iluminado contra el cielo. El Kaseya Center brillaba en rojo y azul; alguien señaló que había visto un partido de los Heat ahí el año pasado. La brisa se levantó justo antes de regresar a Bayside Marketplace, así que me cerré la chaqueta y observé a las parejas sacándose selfies con todos esos rascacielos de fondo. A veces aún recuerdo esa vista cuando escucho ciertas canciones.
El crucero dura aproximadamente dos horas, desde la salida en Bayside Marketplace hasta el regreso.
Sí, incluye bebidas ilimitadas; las opciones varían según el paquete de barra libre que elijas.
El tour parte desde Bayside Marketplace, en el centro de Miami.
Sí, pueden subir bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos a bordo.
Un DJ anima la fiesta con música y el guía bilingüe comparte datos interesantes sobre Miami durante el recorrido.
Verás Star Island, Fisher Island, Kaseya Center, Millionaire’s Row y otros puntos destacados de la ciudad.
Sí, el barco cuenta con baño para los pasajeros durante el crucero.
Los animales de servicio están permitidos en este tour en barco.
Tu noche incluye dos horas navegando por Biscayne Bay con bebidas ilimitadas de barra libre estándar o premium (champán, vino, cerveza o licores si eliges la opción superior), música animada del DJ con comentarios divertidos de tu guía bilingüe, embarque sencillo en Bayside Marketplace y acceso a baños a bordo, para luego regresar bajo las famosas luces de la ciudad.
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