Recorre Los Ángeles con un guía local, camina por las estrellas de Hollywood, disfruta las vistas desde el Observatorio Griffith, prueba la comida del bullicioso Farmers Market y termina con los pies en la arena de Santa Monica. Risas, sonidos de ciudad, buena comida y quizá un instante de calma que recordarás por siempre.
Alguien nos hace señas junto al bus frente al hotel: es Marco, nuestro guía para esta excursión por Los Ángeles. Ya bromea sobre el tráfico (lo llama “el segundo idioma de LA”) y en un abrir y cerrar de ojos estamos bajando por Sunset rumbo a Hollywood. El Paseo de la Fama es mucho más animado de lo que imaginaba: turistas por todos lados, artistas callejeros imitando a Michael Jackson y una mujer vendiendo botellas de agua fría a un dólar. No pude evitar sonreír al ver todos esos nombres bajo mis pies. Marco nos señaló su estrella favorita (Bruce Lee) y nos contó sobre los Oscars en el Dolby Theatre. Me saqué una foto fingiendo ganar uno, seguro mi hermana me lo recordará toda la vida.
La siguiente parada fue el Observatorio Griffith—hacía viento allá arriba, pero la vista de todo el centro de LA era como un set de película. Intentamos divisar el cartel de Hollywood entre la neblina (Marco dice que algunos días solo ves el “cartel misterioso”), y dentro hay un telescopio antiguo que huele a metal y polvo. Los niños corrían presionando botones en las exhibiciones científicas mientras afuera un tipo tocaba la guitarra suavemente cerca de las escaleras. Me gustó ese momento, una pausa tranquila antes de volver al bus.
La comida fue en el Original Farmers Market de Los Ángeles, un paraíso para los amantes de la comida. Caminé entre puestos oliendo a barbacoa y algo dulce—¿quizás churros? Terminé comprando tacos en un puestito donde el cocinero me llamó “amigo” y me dio salsa extra al escuchar mi acento. Comimos afuera, en mesas pegajosas bajo sombrillas desgastadas, viendo a la gente pasar. Parecía que todo Los Ángeles estaba ahí a la hora del almuerzo.
La última parada: la playa y el muelle de Santa Monica. El sol empezaba a esconderse, pero los niños seguían gritando en las atracciones y las parejas se hacían selfies con algodón de azúcar pegado en los dedos. Caminé descalzo por la arena fresca unos minutos, escuchando gaviotas y olas—nada espectacular, pero justo lo que necesitaba después de tanto ruido urbano. De regreso, Marco preguntó cuál había sido nuestra parte favorita; alguien dijo “los tacos” pero para mí fue ese momento tranquilo junto al mar, respirando aire salado sin prisa ni destino.
Es un tour de día completo que incluye Hollywood, Beverly Hills, Observatorio Griffith, Farmers Market y Santa Monica.
No, el almuerzo no está incluido; podrás comprar tu comida en el Original Farmers Market de Los Ángeles en el puesto que prefieras.
El tour incluye transporte en bus, pero no especifica recogida en hotel; consulta con el proveedor para detalles exactos.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse usando cochecitos o carriolas; también hay asientos especiales para bebés.
Visitarás el Observatorio Griffith donde, si el clima lo permite, podrás ver el cartel de Hollywood y el skyline del centro de LA.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de varias paradas del recorrido por si necesitas salir antes.
Tu día incluye transporte cómodo en bus entre los barrios más icónicos de LA—desde el Paseo de la Fama hasta el Observatorio Griffith, con tiempo suficiente para almorzar por tu cuenta en el Original Farmers Market y pasear por la playa y el muelle de Santa Monica antes de regresar por la tarde.
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