Descenderás doce millas por el río Colorado desde Hoover Dam a través de Black Canyon, guiado por locales que cuentan historias reales, no solo datos. Habrá tiempo para nadar o relajarte en una playa junto al río, y el almuerzo está incluido (con bolsa de recuerdo). Mucho más tranquilo que Las Vegas, y seguro que ese silencio te queda grabado.
¿Alguna vez te has preguntado a qué huele el río Colorado a las 9 de la mañana? Tiene un aroma un poco salvaje: fresco, casi metálico, pero limpio de una forma que no encuentras en Las Vegas. Empezamos en Boulder City (yo no sabía que se construyó para los trabajadores de la presa, pero nuestro guía Mike nos lo contó con una sonrisa como si nos hubiera revelado un secreto), y tras unos saludos rápidos, bajamos por esa vieja carretera que usaban los obreros en su día. La presa Hoover es simplemente… enorme cuando la ves de cerca. Te sientes pequeño, pero no de mala manera.
La balsa motorizada era más silenciosa de lo que esperaba: solo el zumbido y el chapoteo, y a veces lo único que se oía era el viento rozando las paredes del cañón. Hay un momento en que giras una curva y de repente Black Canyon se abre ante ti, con acantilados que se elevan a ambos lados y el sol reflejándose en el agua con tanta intensidad que tuve que entrecerrar los ojos. Mike no paraba de contar historias sobre cómo la gente intentó domar este lugar, aunque yo solo medio escuchaba porque estaba embobado mirando esas formaciones rocosas tan extrañas que parecían caídas por accidente.
Paramos en una pequeña playa a mitad de camino. Algunos se metieron a nadar (el agua está fría, incluso en verano; yo solo mojé los pies y pegué un grito), otros se estiraron sobre las rocas calientes o sacaron sus almuerzos. Los sándwiches no eran nada del otro mundo, pero después de estar ahí afuera supieron a gloria, y además te quedas con la bolsa térmica de recuerdo, que tiene su gracia. Había una pareja de Utah que no paraba de reírse por las marcas del protector solar en sus caras; aquí se habla con facilidad con desconocidos.
Sigo pensando en ese último tramo antes de Willow Beach: la luz cambió y todo se volvió dorado por un momento. No fue nada dramático, solo una paz que te hace olvidar que tienes el móvil encima. Así que sí, si buscas una escapada desde Las Vegas que sea más río que ruleta, este tour en balsa por Black Canyon es algo diferente.
La parte en balsa dura unas 3 horas; el tour completo con transporte es de unas 6 horas puerta a puerta.
Sí, si eliges esa opción al reservar, te recogen y dejan en el hotel.
Sí, hay una parada en una playa lateral donde puedes nadar o simplemente relajarte junto al río.
Puedes unirte al grupo en Boulder City si prefieres ir por tu cuenta en lugar de usar la recogida en hotel.
Sí, el almuerzo está incluido y viene en una bolsa térmica de recuerdo para mayor comodidad.
Sí, si lo pides al reservar, ofrecen almuerzos vegetarianos y sin gluten.
El tour es accesible para silla de ruedas y apto para todos los niveles; los niños deben ir acompañados por un adulto.
Verás de cerca Hoover Dam, navegarás por Black Canyon y terminarás en Willow Beach Marina, Arizona.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel si eliges esa opción (o encuentro fácil en Boulder City), todas las entradas a parques, tres horas flotando por el río Colorado con comentarios en vivo de guías locales, tiempo para nadar o descansar en una parada junto al río con almuerzo incluido (opciones vegetarianas y sin gluten disponibles), y traslado de regreso desde Willow Beach a tu punto de inicio, todo bajo el sol de Nevada.
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