Vive de cerca la belleza salvaje de Kauai en esta excursión guiada: escucha rugir Spouting Horn, prueba café fresco de la finca, recorre los tranquilos senderos de Koke’e con un guía local y contempla los acantilados pintados del Cañón Waimea. No es solo turismo, son momentos que se quedan contigo.
El día no empezó como lo había imaginado: llegamos tarde porque no encontraba mi sombrero (clásico), así que salí corriendo con el protector solar a medias. Nuestro guía, Kaleo, solo sonrió y dijo que no me preocupara; “el cañón no va a ir a ningún lado”. Eso marcó el tono. El camino hacia el oeste desde Lihue fue como descubrir capas: campos de caña de azúcar, pueblos pequeños donde la gente saluda al autobús. La primera parada fue Spouting Horn. Lo escuchas antes de verlo: ese fuerte chorro de agua que sale disparado entre las rocas de lava. Hay una bruma salada en el aire y todos intentan tomar la foto justo en el momento del mayor rocío, pero la mayoría termina riendo cuando no lo logran.
No esperaba interesarme tanto por el café, pero en Kauai Coffee Company me quedé disfrutando de mi taza. El aroma es dulce y terroso — ¿casi a chocolate? — y la mujer que servía las muestras nos contó que su tío todavía recoge los granos a mano. Caminamos entre filas de plantas de hojas brillantes bajo un sol intenso, y luego seguimos camino pasando por el viejo puente de Hanapepe (que se mueve más de lo que imaginas). Almorzamos en Koke’e Lodge — nada lujoso, solo sándwiches contundentes y trozos de piña, pero la vista afuera me hizo querer quedarme más tiempo del que teníamos.
El Cañón Waimea realmente parece pintado — paredes rojas con vetas verdes, nubes tan bajas que casi las tocas si estiras la mano. Kaleo señaló un lugar donde a veces se ven cabras trepando por acantilados imposibles (hoy no había ninguna). La caminata en el Parque Estatal Koke’e fue tranquila; los pájaros volaban entre plantas de jengibre y el aire se sentía más fresco allá arriba. Alguien detrás de mí empezó a tararear suavemente y por un momento nadie habló. De regreso paramos en el Fuerte Ruso Elizabeth — intenté pronunciar su nombre hawaiano y Li se rió tanto que casi se le cae el móvil. Pero sigo pensando en ese silencio en el bosque… curioso cómo viajar te regala esos pequeños momentos de paz.
La excursión es de día completo desde hoteles en Kauai con varias paradas, incluyendo el Cañón Waimea, el Parque Estatal Koke'e, degustación de café y más.
Sí, el traslado de ida y vuelta desde hoteles seleccionados en Kauai está incluido en tu reserva.
Sí, hay una parada en Kauai Coffee Company donde podrás degustar café fresco cultivado en la finca.
No incluye almuerzo, pero tendrás tiempo para comprar tu comida en Koke’e Lodge (con un 10% de descuento para los visitantes).
Sí, es apta para todos los niveles; las caminatas son cortas y fáciles.
Visitarás el mirador Pu‘uhinahina, el principal, ya que el mirador del Cañón Waimea estará cerrado por reparaciones.
Sí, los bebés son bienvenidos pero deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte.
Sí, tu conductor también hará de guía en vivo durante todo el día.
Tu día incluye traslado de ida y vuelta desde hoteles seleccionados en Kauai, narración guiada por un experto local en cada parada, transporte cómodo con aire acondicionado entre lugares como Spouting Horn y Fuerte Ruso Elizabeth, entradas donde corresponda, una donación de $3 en tu nombre para apoyar la conservación del Museo Koke’e, y tiempo para almorzar en Koke’e Lodge antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?