Navegarás por los canales brillantes de Islamorada con un capitán local que conoce todos los atajos, anclarás en el animado sandbar para nadar o relajarte bajo la sombra, pondrás tu música favorita en altavoces potentes y te enjuagarás antes de volver. Es diversión sin complicaciones que recordarás mucho después.
“¿Has visto alguna vez un agua tan clara?” Así nos preguntó nuestro capitán al salir del muelle en Islamorada, y la verdad, no lo había visto. El sol ya estaba haciendo de las suyas, reflejándose en la superficie y dándole un toque casi irreal a todo. Había una brisa salada y ese leve aroma a coco de algún protector solar (no el mío, me olvidé). Nuestro guía, Mike, señaló una garza acechando en los manglares. Parecía conocer cada recoveco de estos canales, como si hubiera crecido aquí.
El paseo hasta el Sandbar de Islamorada fue como una exhalación lenta. Pasamos por Anne’s Beach en el camino (solo la había visto desde tierra), y de repente vimos otros barcos anclados, gente riendo y flotando con bebidas en mano. Mike nos encontró un buen lugar, no muy lleno pero perfecto para observar a la gente. El tiki boat tenía un techo de palapa para dar sombra (bendito sea), bancos que no se pegaban a las piernas y altavoces en la torre para poner nuestra propia música. Alguien puso a Jimmy Buffett; encajaba perfecto.
Bajé por la escalera grande al agua — cálida y suave bajo los pies, casi como caminar sobre terciopelo si el terciopelo fuera arena. Los niños cercanos gritaban emocionados por los pececitos que se movían entre sus dedos. Flotamos un rato, charlando y tomando agua fría de la nevera (con mucho hielo). En un momento intenté apoyar mi bebida en la barra de la tabla de surf — mala idea — pero a nadie le importó cuando se volcó. Mike se rió y me pasó una toalla. De regreso, nos enjuagó con agua dulce para no llevarnos medio océano a casa.
No fue nada lujoso, solo diversión sencilla en el agua con buena compañía. Aún recuerdo esa sensación de piel calentada por el sol y aire salado cuando estoy atrapado en mi escritorio. Si buscas vivir el verdadero ambiente de los Cayos de Florida, esto es lo que necesitas.
El tour dura aproximadamente 3 horas de principio a fin.
Sí, cuenta con un techo de palapa que ofrece sombra mientras te relajas a bordo.
Incluye agua embotellada y una nevera grande con hielo para tus propias bebidas.
Sí, hay una escalera grande de cuatro peldaños que facilita el acceso para todas las edades.
No, no incluye recogida; el punto de encuentro es en el muelle de Islamorada.
Puedes llevar tu comida y bebida para guardarlas en la nevera con hielo que proporcionan.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el tour.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar donde se embarca.
Tu día incluye agua embotellada y una nevera grande con hielo para mantener tus bebidas frías mientras disfrutas a bordo; también hay asientos con sombra bajo un techo de palapa y una escalera de cuatro peldaños para nadar en el sandbar, además de una ducha de agua dulce para enjuagarte antes de regresar a la orilla.
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