Vive la emoción de los rápidos Shoshone cerca de Glenwood Springs, luego relájate en aguas termales junto al río mientras tu guía comparte historias del cañón. Remo fuerte en olas clase III-IV, flota bajo acantilados imponentes y termina con una ducha caliente a pasos de tu coche, con la adrenalina y la calma en equilibrio.
Para ser sincero, casi me echo para atrás cuando vi el río. El Colorado parecía mucho más grande de cerca que desde la carretera, y nuestro guía, Mike, sonreía como si supiera algo que nosotros no. Apenas habíamos comenzado cuando ya estábamos en los rápidos Shoshone — primero Tombstone (nombre más que acertado), luego The Wall. El agua fría me salpicó la cara y creo que solté un grito que no era inglés. Mike solo gritó “¡remo adelante!” y de alguna forma pasamos sin que nadie cayera al agua. Mi corazón latía tan fuerte que lo escuchaba por encima del ruido del río.
Después de esos primeros minutos salvajes, todo se calmó. Las paredes del cañón tenían tonos naranjas y grises, con la luz del sol filtrándose entre los álamos. Mike empezó a contarnos historias del cañón de Glenwood — cómo los trabajadores del tren explotaban la roca para abrir paso, cómo el río cambia cada año. En un momento señaló un lugar donde las aguas termales naturales burbujean directo al río; si el caudal está bajo, puedes parar y darte un baño. Esa parte fue casi mágica — sentado medio en el agua fría del río y medio en la cálida fuente mineral, con vapor elevándose mientras alguien río abajo se reía de su zapato empapado.
Sigo pensando en esa mezcla de adrenalina y tranquilidad — un minuto agarrando el remo con todas mis fuerzas, al siguiente flotando tranquilo junto a nidos de águilas pescadoras mientras Mike repartía snacks de una bolsa impermeable (las barras de granola nunca saben tan bien como después de los rápidos). Terminamos justo en su rampa privada, lo que evitó esperas incómodas o viajes en shuttle congelados con la ropa mojada. También había duchas — nada lujosas, pero justo lo que necesitaba para quitarme la arena del río de los oídos. Así que sí, si estás pensando en hacer rafting un día en Glenwood Springs… no le des tantas vueltas como yo.
El recorrido dura aproximadamente 3 horas de principio a fin.
El tour inicia y termina en una instalación privada junto al río en Glenwood Springs.
Los rápidos Shoshone son principalmente clase III-IV en el río Colorado.
La edad mínima es de 5 años.
Si el caudal del río lo permite, puedes parar a bañarte donde las aguas termales se mezclan con el río.
No se incluye recogida en hotel; los participantes se reúnen en la instalación junto al río.
No, no se requiere experiencia; es apto para todos los niveles físicos.
Ropa que pueda mojarse y muchas ganas de aventura.
Tu media jornada incluye todas las tarifas del parque nacional y impuestos locales, guía experto desde el inicio hasta la rampa privada en Glenwood Springs, oportunidad de bañarte en aguas termales junto al río si las condiciones lo permiten, además de acceso a duchas justo al bajar del bote, para que estés cómodo antes de volver o ver tus fotos del viaje.
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