Sube a un barco privado en Fort Lauderdale con un capitán local que hace que todo sea divertido y relajado. Navega frente a casas frente al mar antes de anclar en un banco de arena para nadar o flotar (todo el equipo incluido). Lleva tus propias bebidas—hielo y hieleras listas—y disfruta las vistas de la ciudad desde el agua. Es un plan tranquilo, social y con toda la vibra del verano.
“¿Trajiste suficientes snacks para un ejército?” bromeó nuestro capitán mientras subíamos al Sea Ray en el muelle de Fort Lauderdale. Me cayó bien al instante — tenía esa manera de hablar tan natural que te hace sentir que ya son amigos. El barco se sentía firme bajo mis pies, el sol ya calentaba los asientos. Guardamos nuestras cosas en una de las hieleras (el hielo estaba incluido, lo que nos salvó), y alguien del grupo empezó a discutir quién sería el DJ primero. Lo típico.
El paseo fue más suave de lo que esperaba. Hay algo especial en deslizarse frente a esas casas frente al mar — algunas con perritos ladrando en los balcones, otras silenciosas detrás de grandes ventanales — que me hizo imaginar cómo sería vivir aquí todo el año. Nuestro guía señaló algunos lugares famosos, pero sin saturar; más bien nos dejó disfrutar el momento. La ciudad se veía distinta desde el agua — más tranquila, menos ostentosa de lo que pensaba.
Anclamos en el banco de arena después de unos 30 minutos, ¿quizás? El tiempo se vuelve extraño cuando ríes y compartes bebidas frías (sí, puedes llevar tu propio alcohol). El agua estaba tibia y lo suficientemente baja para pararse, con una textura suave bajo los pies y parches de pasto marino. Alguien me pasó un flotador y me dejé llevar un rato, escuchando música lejana de otro barco y oliendo la mezcla de protector solar con aire salado. En un momento intenté decir “salud” en español a un grupo cercano; Li se rió cuando lo dije mal, pero ellos sonrieron igual.
No esperaba sentirme tan desconectado de todo — aunque el centro de Fort Lauderdale estaba justo detrás de nosotros. Cuando por fin regresamos, con la piel quemada y la sal en la piel, no dejaba de pensar en lo simple que había sido todo: buena compañía, agua por todos lados, nada lujoso pero tampoco faltaba nada. A veces todavía recuerdo esa vista cuando estoy atrapado en el tráfico en casa.
El alquiler privado dura 4 horas en total.
Sí, un capitán local está incluido durante todo el paseo.
Sí, puedes llevar tu propio alcohol en este tour.
Sí, incluyen agua y hielo junto con dos hieleras.
La capacidad máxima es de 8 personas por reserva.
Sí, se proporcionan flotadores para usar en el banco de arena.
La parada principal es en el banco de arena cerca de la playa de Fort Lauderdale.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Tu día incluye un barco privado Sea Ray con un capitán local amable que te guiará por los canales de Fort Lauderdale. Agua, hielo, dos hieleras para tus bebidas o snacks, y flotadores para relajarte en el banco de arena forman parte de la experiencia antes de regresar juntos a tierra.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?