Sentirás el rocío del río en los brazos mientras navegas por el centro de Durango con un guía local que te cuenta historias. Los niños pueden ayudar a remar, los adultos relajarse con los rápidos suaves, y todos disfrutarán esos pequeños momentos—risas, salpicaduras, confianza nueva—antes de volver contentos y con ganas de más.
Justo antes de lanzarnos al agua, con el sol filtrándose entre los álamos y el río oliendo a piedra fría y a algo verde, me preguntaba si a mi sobrina realmente le gustaría o si se pegaría a mí todo el tiempo. Nuestra guía, Jamie, sonrió y repartió chalecos salvavidas (“bien ajustados para ti”, le dijo a mi sobrino, que parecía orgulloso y a la vez nervioso). Nos contó que los locales llaman a este río “El Río de las Ánimas Perdidas”. No esperaba tanta poesía en un paseo de rafting de unas horas en Durango.
La primera salpicadura me sorprendió por lo fría, justo en la manga de la camisa, y mi hermana gritó tan fuerte que algunos pescadores en la orilla nos saludaron. Los rápidos aquí no son salvajes; más bien son un pequeño sacudón para despertarte, no para tirarte al agua. Jamie nos señaló viejos puentes de ferrocarril y detalles históricos mientras navegábamos por el centro de Durango. En un momento dejó que mi sobrina ayudara a dirigir (más o menos), y eso la hizo sonreír durante casi diez minutos seguidos. Honestamente, todavía recuerdo esa sonrisa.
Noté cómo todos nos relajamos después del primer tramo de rápidos, incluso yo. Hubo un momento de calma extraña donde solo se escuchaba el agua golpeando la balsa y el ladrido lejano de un perro. El aire olía a hierba mojada y protector solar. Regresamos a la orilla antes de lo que quería, pero con el sol calentando la cara y todos un poco más valientes que al principio. Así que sí, si dudas si un paseo de rafting en Durango con niños o adultos un poco reticentes vale la pena, yo diría que sí — sobre todo si tienes a alguien como Jamie que conoce cada curva del río.
Sí, niños desde 4 años (mínimo 13 kg) pueden participar con supervisión familiar.
Es un recorrido corto, ideal para familias o quienes tienen poco tiempo; dura menos de medio día.
Sí, cada balsa está dirigida por un guía profesional certificado en aguas bravas y conocedor del río Animas.
Sí, el transporte desde el punto de encuentro hasta el río y regreso está incluido.
Se entrega todo el equipo necesario: chalecos salvavidas, cascos y balsas para todos los participantes.
La edad mínima es 4 años; bebés no están permitidos en esta actividad.
Sí, esta actividad es accesible para personas en silla de ruedas según la información del operador.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el recorrido.
Tu salida incluye transporte de ida y vuelta desde el centro de Durango hasta la orilla del río, todo el equipo necesario para el rafting como chalecos y cascos en tallas para niños y adultos, estacionamiento gratuito en el punto de encuentro si llegas en tu propio vehículo, y un guía profesional certificado que garantizará tu seguridad mientras comparte historias durante el recorrido.
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