Entra en el túnel de viento de iFLY Denver y disfruta dos vuelos reales con un instructor certificado a tu lado—sin aviones ni paracaídas. Tras un breve entrenamiento y ponerte el equipo, flotarás en el aire (y seguro te reirás de ti mismo). Además, te llevarás un certificado personalizado que demuestra que lo lograste, junto con esa sensación de felicidad difícil de explicar.
Te soy sincero, estaba nervioso al entrar en iFLY Denver — no esos nervios de montaña rusa, sino una mezcla extraña de curiosidad con un “¿qué estoy haciendo aquí?” Mi amiga Sarah me convenció de probar este paracaidismo indoor, asegurándome que nada que ver con tirarse de un avión. El lugar olía a colchonetas de gimnasio y zapatillas nuevas, y del túnel de viento tras el cristal se sentía un zumbido constante. Nuestro instructor, Mike (que parecía demasiado tranquilo para alguien que mantiene a la gente flotando todo el día), nos entregó el equipo y soltó una broma con mis cordones — al parecer llevarlos sueltos es un error cuando vuelas.
El entrenamiento fue rápido pero sin prisas; Mike nos enseñó cómo colocar los brazos (“como si abrazaras una gran pelota de playa”, dijo) y las señales de mano que usaría dentro del túnel. Yo tenía miedo de olvidarlo todo cuando el viento comenzara. Cuando llegó mi turno, entrar al túnel de viento vertical fue surrealista — el aire golpeando mi cara hacía que me temblaran las mejillas (seguro iba con pinta ridícula). Pero esos segundos no pensaba en nada aparte de mantener el equilibrio mientras Mike me miraba desde un costado levantando el pulgar. Ahí dentro hay mucho ruido, pero de alguna manera también escuchas tu propia risa rebotar.
Después de mi segundo vuelo (que salió mejor que el primero — menos movimientos alocados), me entregaron un “certificado de vuelo” con mi nombre. Es un poco cursi pero, ¿sabes qué? Lo puse en la nevera igual. Había niños animando a sus padres y una abuela que clavó su aterrizaje — todos la ovacionaron. No esperaba sentirme tan liviano después, no solo físicamente sino en ese orgullo tonto que da hacer algo nuevo. Así que, si quieres probar el paracaidismo indoor en Denver sin tirarte desde ningún lado más alto que tus propios nervios… aquí lo tienes.
La sesión incluye entrenamiento y dos vuelos por persona; calcula entre 1 y 1.5 horas en total.
La edad mínima es 3 años; los menores de 18 necesitan que un padre o tutor firme el consentimiento.
Ropa cómoda y zapatillas con cordones que ajusten bien, tipo deportivas; el resto del equipo te lo facilitan.
Sí—no aceptan personas que pesen más de 300 libras; quienes pesen entre 260 y 300 libras podrían tener condiciones especiales tras evaluación.
No, no es necesaria; cada sesión incluye entrenamiento y acompañamiento personalizado.
Tu sesión incluye todos los impuestos y tasas, dos vuelos por persona en el túnel de viento vertical, uso completo del equipo de seguridad, instrucción personalizada por un guía certificado durante toda la experiencia, y un certificado de vuelo personalizado para que te lo lleves a casa.
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