Pasa medio día explorando cascadas secretas y vistas de montaña en las Blue Ridge Mountains con los fotógrafos locales premiados Chris y Bonnie. Recibe consejos prácticos para tu cámara, usa sus trípodes si los necesitas y descubre lugares que la mayoría de visitantes no conoce — además de muchas risas y botas embarradas. Una experiencia que queda mucho después de editar tus fotos.
“Si primero escuchas el agua antes de verla, es que estás cerca,” sonrió Chris mientras nos agachábamos bajo una rama de rododendro. Apenas llevaba quince minutos conociéndolos a él y a Bonnie, pero ya me sentía como si estuviera con amigos que, por casualidad, conocían cada piedra cubierta de musgo en las Blue Ridge Mountains. El aire olía a humedad — no a moho, sino a piedra fría y hojas mojadas — y la correa de mi cámara se enganchaba en la cremallera de mi chaqueta. No esperaba reír tanto en un tour de fotografía, pero hay algo en dos personas que aman lo que hacen que te relaja, incluso cuando tu lente se empaña.
Paramos en un mirador donde los árboles se abrían y de repente solo había cielo y capas de colinas azules. Bonnie me enseñó a encuadrar para que la luz no quemara la imagen (aún me cuesta a veces), y me pasó uno de sus trípodes porque el mío lleva meses roto. No le dio mucha importancia — solo “prueba este” — y eso me hizo sentir menos torpe siendo principiante. Abajo se oían algunos pájaros, pero en general reinaba el silencio salvo el crujir de nuestras botas entre las hojas.
El lugar de la cascada fue más complicado de alcanzar de lo que pensaba (raíces resbaladizas, ojo al pisar), pero valió la pena. Chris me explicó cómo bajar la velocidad del obturador para que el agua se viera sedosa y no solo como rayas blancas. Se agachó a mi lado y me mostró cómo el rocío formaba pequeños arcoíris si esperabas a que el sol asomara. Probablemente tomé unas cincuenta fotos de esa misma roca intentando que saliera bien. En un momento Bonnie se rió porque tenía barro en la cara sin darme cuenta — dijo que así sabes que lo estás haciendo bien aquí.
Me fui con las manos heladas y la tarjeta llena de intentos — unos mejores que otros — pero también con una extraña confianza de que la próxima vez notaré más detalles por mi cuenta. Es curioso cuánto más ves cuando alguien local se toma su tiempo contigo y te señala cosas que nunca se te ocurriría buscar.
El tour dura aproximadamente medio día.
Sí, hay varios trípodes disponibles si no tienes el tuyo.
Los guías son Chris y Bonnie Allen, fotógrafos de naturaleza premiados.
Sí, es apto para todos excepto personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares graves.
Sí, incluye coaching práctico y enseñanza durante todo el recorrido.
Tu experiencia incluye instrucción práctica de fotografía con los guías locales premiados Chris y Bonnie Allen mientras exploras vistas de montaña y cascadas en la región Blue Ridge; ellos te proporcionarán trípodes si los necesitas para que puedas concentrarte en aprender sin preocuparte por el equipo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?