Comienza tu día en la costa Kohala de Hawaii escuchando cantos reales de ballenas a través de un hidrófono y observando jorobadas desde un catamarán estable. Con guías locales que cuentan historias y snacks incluidos, se siente una emoción tranquila — sobre todo cuando una ballena aparece cerca. Aunque no suelas tener suerte con la fauna, estas primeras horas en el mar son algo especial.
“¿Escuchaste eso?” alguien susurró, y por un momento todos nos quedamos en silencio, conteniendo la respiración. El sol apenas asomaba sobre Anaeho'omalu Bay, pintando el agua con una luz dorada casi irreal. Nuestro guía, Kaleo, sonrió y señaló el altavoz del hidrófono a sus pies. De repente, pudimos escuchar a las ballenas jorobadas cantando bajo nosotros — no fuerte, pero sí como un eco misterioso en una cueva. No esperaba que fuera tan íntimo, la verdad.
El catamarán se sentía estable mientras avanzábamos más allá de las primeras olas. Éramos unas veinte personas, todas con café o jugo en mano (ya tenían bebidas y barras de granola listas). Intenté tomar fotos, pero me distraía cada vez que alguien señalaba un chorro de agua o una cola a lo lejos. Kaleo sabía exactamente dónde mirar — lleva años haciendo estos paseos desde Anaeho'omalu Bay y parecía reconocer a las ballenas por sus marcas. En un momento nos contó sobre una madre y su cría que vuelven cada temporada; ese detalle me gustó más que cualquier dato sobre migraciones.
Confieso que tenía un poco de miedo de no verlas de cerca (no suelo tener suerte con la fauna), pero después de media hora una cola enorme golpeó el agua justo al lado del barco — tan cerca que se veían las gotas volar en cámara lenta. Todos aplaudieron como niños en un desfile. El aire olía a sal y a limpio, con un toque de protector solar que flotaba de alguna mochila. Y sí, probablemente comí demasiadas barras de granola porque estaba nervioso y emocionado todo el tiempo.
De regreso a la orilla, la gente compartía historias de otros animales que habían visto en excursiones anteriores — delfines, tortugas, hasta mantarrayas. Kaleo se rió cuando intenté pronunciar Anaeho'omalu (la verdad la arruiné), y me pasó otra bebida “para el valor.” Si no ves ballenas, te garantizan un segundo paseo gratis, pero sinceramente, esa mañana se quedó conmigo — esos cantos bajo el agua todavía resuenan en mi cabeza.
El tour sale desde Anaeho'omalu Bay en la costa Kohala de Hawaii.
Sí, si no ves una jorobada puedes volver a salir gratis hasta que las veas.
Sí, incluyen refrescos, cervezas, vinos y snacks ligeros como barras de granola.
Los guías llevan haciendo estos paseos en la costa Kohala desde 1981 y son naturalistas marinos.
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados por un adulto; los bebés pueden ir en cochecito.
La mañana temprano suele ser cuando el mar está más tranquilo para este tour.
Sí, los naturalistas marinos ofrecen comentarios en vivo durante todo el recorrido.
Tu mañana incluye salida desde Anaeho'omalu Bay en un catamarán estable con comentarios en vivo de naturalistas marinos locales; refrescos, cervezas y vinos; snacks ligeros como barras de granola crujientes; además del uso de un hidrófono para escuchar los cantos de las ballenas jorobadas bajo el agua antes de regresar a la orilla renovado.
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