Baja con un guía Navajo por escaleras empinadas al Antelope Canyon Inferior, sube escaleras y atraviesa túneles de arenisca mientras la luz del sol pinta las paredes. Escucha historias locales, aprende trucos para fotos y descubre detalles que pasarías por alto solo, como lagartijas o grabados familiares antiguos. No es solo una caminata, es una experiencia que queda contigo mucho tiempo.
Aún nos reíamos de mi intento fallido de decir “Yá’át’ééh” cuando nuestra guía, Talia, nos llamó al borde de la arenisca. Acababa de mostrarnos cómo su abuela leía las nubes para predecir la lluvia — nunca había pensado en el clima así. El aire estaba seco pero aún fresco, y había un olor mineral sutil que no lograba identificar. Talia señaló una lagartija que corría entre las rocas; dijo que son rápidas porque los halcones siempre las vigilan desde arriba. Esa imagen se me quedó grabada.
La primera escalera para entrar al Antelope Inferior parecía más empinada de lo que esperaba (sentí que el corazón me latía más rápido), pero Talia sonrió y dijo: “No te preocupes, quedan ocho escaleras más”. La bajada fue como entrar a otro mundo — de repente hacía más fresco y se escuchaban ecos. La luz del sol cambiaba constantemente en las paredes, pintándolas de rosas y naranjas intensos. En un momento, Talia nos enseñó cómo sostener el móvil para que los colores no se perdieran en las fotos (las mías igual salieron apagadas). Ya tenía arena en los zapatos, pero la verdad, no me importaba.
Perdí la noción del tiempo entre esos pasajes estrechos. A veces había que girar de lado o agacharse bajo una cornisa — eso hacía que todos rieran nerviosos o se quedaran en silencio un momento. Había un lugar donde la luz caía tan perfecta que hasta Talia se detuvo y dijo que nunca se cansa de verlo. Ahora entiendo por qué. De regreso, alguien preguntó por los nombres grabados en una pared; Talia explicó que son marcas familiares antiguas, de antes de que empezaran las visitas. Fue extraño y conmovedor verlas ahí, después de tanto color y silencio.
La excursión dura entre 1 y 1.5 horas y recorre unos 1.8 km ida y vuelta.
Sí, bajarás cinco tramos de escaleras (unos 35 metros) y subirás ocho escaleras de mano con pasamanos dentro del cañón.
Sí, todas las visitas son guiadas por expertos Navajo que comparten su cultura durante el recorrido.
Sí, el precio incluye todas las tarifas y impuestos para esta excursión.
Usa calzado cómodo y adecuado para terreno rocoso y arenoso; no se permiten bolsos dentro del cañón.
No incluye recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca.
La caminata no es recomendable para personas con lesiones de columna, problemas cardiovasculares o embarazadas; los bebés deben ir en brazos de un adulto si participan.
Tu día incluye todas las entradas y tasas, además de un recorrido guiado por el Antelope Canyon Inferior con un guía Navajo que comparte historias sobre geología, botánica y cultura mientras exploran juntos — sin costos extra al llegar.
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