Recorre el sinuoso Antelope Canyon Inferior con un guía Navajo que comparte leyendas locales mientras la luz cambia sobre ti. Prepárate para escaleras empinadas, arena bajo tus pies y tiempo para fotos con tu móvil. Incluye entrada y permisos, más esos momentos que se quedan contigo.
Confieso que me daba un poco de nervios meterme por los estrechos pasajes del Antelope Canyon Inferior. Ves fotos por todos lados, pero no te cuentan cómo el aire se siente más fresco allá abajo, ni cómo crujen tus zapatos sobre la arena mientras sigues la fila de gente delante. Nuestro guía, Thomas, nos recibió en el check-in con esa facilidad para hacer reír a todos sobre dejar las mochilas atrás (“créeme, no las vas a extrañar”). El sol ya estaba alto, pero apenas nos tocaba cuando entramos.
Los primeros escalones son empinados — unas escaleras metálicas que vibran bajo tus pies. Recuerdo agarrarme de la barandilla más fuerte de lo que quisiera admitir. Pero una vez dentro, casi no se escucha nada, solo las voces que rebotan en la piedra. Thomas señalaba formas en las paredes (juraba que una parecía la cabeza de un león; yo sigo viendo un conejo). Nos contó cómo las inundaciones repentinas moldearon cada curva — y sí, si prestas atención, puedes oler ese toque mineral en el aire. Los colores cambian cada pocos minutos; el naranja se vuelve púrpura y luego vuelve, según dónde estés parado.
No se permiten trípodes ni cámaras profesionales — solo tu móvil y la paciencia para esperar tu turno en los mejores rincones. La verdad, eso hizo que fuera más fácil simplemente mirar hacia arriba en vez de estar ajustando la cámara. Hubo momentos en que todos nos quedamos en silencio al mismo tiempo, algo raro en tours. Quizá todos estábamos pensando en lo antiguo que es este lugar, o simplemente recuperando el aliento tras las escaleras.
Salir de nuevo a la luz del día se sintió extraño — como despertar de una siesta donde soñaste en colores. No dejo de pensar en ese último pasaje estrecho donde mi hombro rozó la piedra fría y Thomas contó que su abuela solía contar historias aquí cuando era niña. Eso me quedó grabado más que cualquier foto.
La caminata guiada dura aproximadamente 60 minutos.
Sí, todos los tours son guiados por expertos Navajo locales.
No, no se permiten mochilas ni bolsas dentro del cañón; debes dejarlas en tu vehículo.
No se permiten trípodes, monopies, palos de selfie ni bolsas de cámara; solo móviles o cámaras pequeñas sin equipo extra.
No, no hay servicio de recogida; los visitantes deben llegar por su cuenta al punto de check-in.
No se permiten mascotas ni animales de servicio dentro del Antelope Canyon Inferior.
Usa calzado cerrado y ropa cómoda para caminar en superficies irregulares y escaleras; no se permiten sandalias ni tacones altos.
Los bebés de 0 a 3 años necesitan boleto propio; si no caminan, deben ir en portabebés aprobado.
Tu experiencia incluye la entrada al Antelope Canyon Inferior con todos los permisos de la Nación Navajo y un tour guiado a pie por un guía local Navajo—solo llega a la hora de check-in que elegiste y prepárate para explorar (no necesitas equipo extra).
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