Despegarás en helicóptero desde Anchorage, volando sobre valles hasta aterrizar en el hielo milenario del glaciar Knik. Camina con tu guía entre pozas de agua azul y crestas esculpidas — con pinchos para el hielo — disfrutando del silencio y el aire puro. Ya sea sobre el glaciar o junto a sus paredes heladas en invierno, el frío y el paisaje te quedarán grabados para siempre.
“Estás a punto de pisar hielo más antiguo que las pirámides,” nos dijo sonriendo el piloto mientras sobrevolábamos el glaciar Knik. La verdad, pensé que bromeaba hasta que se abrieron las puertas y ese frío y azul intenso me golpeó la cara. El vuelo en helicóptero fue como un sueño: saliendo directo del Alaska Glacier Lodge en el valle Mat-Su, montañas por todos lados y ríos que serpenteaban abajo como hilos de plata. Tenía las manos congeladas, pero no podía dejar de pegar la nariz al cristal. Ver desde arriba esas grietas y formas talladas por el viento te hace sentir pequeño y, a la vez, afortunado.
Aterrizar en medio del glaciar fue... no sé, ¿surrealista? El crujido bajo mis botas (nos dieron pinchos para no resbalar), el silencio que se apaga salvo por el viento y el lejano crujir del hielo — es tranquilo pero no vacío. Nuestro guía señaló pequeñas pozas tan azules que parecían falsas y contó historias sobre cómo cambia este lugar cada año. Intenté pronunciar “Knik” bien, pero Li se rió de mi desastre. Tuvimos quizá media hora para caminar entre crestas y asomarnos a las grietas heladas. Es difícil no sacar mil fotos, pero también cuesta apartar la vista para sacar el móvil.
Sigo pensando en lo frías que quedaron mis mejillas y en ese momento en que todos nos quedamos callados solo escuchando el viento. Si haces este tour en invierno, tal vez aterricen junto a esas formaciones azul profundo en vez de encima del glaciar — depende de la nieve y la seguridad. De cualquier forma, es algo que no se olvida fácil. Ah, y ojo con el check-in: es temprano y casi lo perdemos, así que no llegues justo o te quedarás fuera.
El tour completo dura alrededor de 1 hora, con unos 30 minutos de vuelo y 30 minutos caminando sobre o cerca del glaciar Knik.
No, la recogida en hotel no está incluida por defecto, pero se puede añadir con un coste extra al reservar.
El tour sale desde Alaska Glacier Lodge en el valle Mat-Su, cerca de Anchorage.
Sí, es apto para todos los niveles y además accesible para personas en silla de ruedas.
Sí, los bebés pueden participar pero deben ir en el regazo de un adulto durante el vuelo.
Sí; en verano se aterriza directamente sobre el glaciar Knik; en invierno (octubre a abril) se puede aterrizar junto a formaciones de hielo azul profundo por la nieve.
No se permiten bolsas ni mochilas; hay taquillas en el punto de salida. No se permiten drones ni objetos para fumar.
No, te proporcionan pinchos para caminar seguro sobre el hielo durante la caminata guiada.
Tu día incluye vuelo redondo en helicóptero desde Alaska Glacier Lodge sobre valles y ríos hasta el glaciar Knik con todos los impuestos incluidos; una caminata guiada de 30 minutos sobre hielo milenario (con pinchos incluidos); y recuerda llegar 45 minutos antes para hacer el check-in y no perder tu lugar.
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