Si quieres vivir Miami Beach como un local, patinar es la mejor opción. Pasarás por lugares emblemáticos, sentirás el aire del mar y marcarás tu propio ritmo—sin tours ni horarios.
Lo primero que notas al salir de la tienda—que está a solo una cuadra y media de Ocean Drive—es la brisa salada mezclada con el aroma a protector solar y café cubano de una cafetería cercana. El lugar de alquiler está justo detrás de Lummus Park, así que en minutos ya estás sobre la ruta. Me até los patines, agarré una botella de agua fría (incluida) y me lancé directo hacia el paseo bordeado de palmeras. Los locales pasaban rápido en bici, algunos con reguetón sonando en pequeños parlantes. No puedes evitar sonreír; es ese tipo de lugar.
Seguimos el camino liso junto a la arena, esquivando partidos de vóley y gente tomando sol. El sonido de las olas se mezcla con las risas de quienes están en las mesas al aire libre. Si sigues hacia el sur, llegarás a South Pointe Park—mi tramo favorito. Allí tienes una vista amplia donde la Bahía de Biscayne se encuentra con el Atlántico, y a veces ves pasar cruceros. Me detuve a descansar bajo una palmera; el calor se siente aunque la brisa marina refresca. ¿Lo mejor? Puedes bajarte del camino para darte un chapuzón rápido o simplemente sentarte en un banco y disfrutar el paisaje.
¡Claro! Los caminos son planos y suaves, y además te dan protectores para muñecas, rodillas, codos y casco para que te sientas seguro.
La tienda queda a una cuadra y media de Ocean Drive y Lummus Park—en minutos estarás patinando junto al mar.
¡Sí! Los bebés pueden ir en cochecito o carriola, y si hace falta, hay asientos especiales para ellos.
Lo mejor es ropa ligera—Miami se calienta rápido. Y no olvides el protector solar.
Tu alquiler incluye patines, casco, protectores para muñecas, rodillas y codos, botella de agua y todos los impuestos locales. Solo llega listo para patinar.
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