Pedalea por las calles iluminadas de Sevilla al atardecer con un guía local, pasando por iconos como el Alcázar y los vibrantes rincones de Triana. Siente el jazmín en María Luisa, recibe consejos reales para tapas y disfruta el brillo de las luces junto al río, todo en bici con cascos incluidos.
Empezamos a pedalear justo cuando el cielo de Sevilla se teñía de ese naranja rosado suave —la verdad, casi olvidé lo cálido que sigue siendo el atardecer aquí. Nuestra guía, Carmen, nos hizo señas desde la pequeña plaza cerca de la catedral, su voz resonando entre las piedras mientras señalaba detalles que había pasado por alto antes (la forma en que la Giralda atrapa la última luz es algo único). La ciudad se sentía distinta sobre dos ruedas, como si navegáramos por la memoria de alguien y no por un mapa.
Hubo un instante en el Parque de María Luisa donde todo olía a jazmín y polvo. Paramos un momento bajo unas palmeras enormes mientras Carmen nos contaba sobre la antigua fábrica de tabacos —bromeaba diciendo que ahora los estudiantes echan la siesta donde antes los marineros trazaban rutas. Me hizo reír, pero también pensar en las capas que tiene este lugar. El sol seguía bajando cuando cruzamos a Triana; se escuchaba música saliendo de ventanas abiertas y, aunque mi español no es perfecto, alcancé a oír a alguien cantando sobre un desamor. Tenía sentido, de alguna forma.
No esperaba sentirme tan tranquilo recorriendo las estrechas calles de Santa Cruz al anochecer. El aire se enfrió justo lo suficiente para olvidar que hacía calor hace unos minutos. Carmen nos dio consejos sobre dónde encontrar buenas tapas (recomendó un sitio cerca de la Iglesia de Santa Ana) y nos entregó unos mapas con sus propias anotaciones —mucho más útiles que cualquier cosa que encontré en internet. Mis manos olían a metal por el manillar cuando paramos a sacar fotos en la Plaza de España, pero ni lo noté porque todos se reían de mi intento de pronunciar “Plaza de América”.
Cuando llegamos a la Torre del Oro y vimos su reflejo en el río, ya era lo bastante oscuro para que las farolas amarillas se encendieran. La ciudad se sentía más suave, menos postal y más como un lugar donde realmente podrías quedarte un tiempo. A veces todavía recuerdo esa vista cuando es tarde en casa.
El recorrido cubre los principales puntos del centro de Sevilla durante varias horas al atardecer y primeras horas de la noche.
Sí, pasarás en bici por Plaza de España, exteriores del Alcázar, la Giralda, Torre del Oro, el barrio de Triana y más.
Sí, hay asientos especiales para bebés y los niños pueden participar acompañados de un adulto.
Las bicicletas y cascos están incluidos para todos los participantes.
Tu guía te dará consejos personales sobre restaurantes y sitios de flamenco en Sevilla.
Sí, el seguro está incluido para todos los ciclistas durante el recorrido.
El tour empieza cerca de puntos centrales como la Catedral de Sevilla.
Usa ropa cómoda para montar en bici; todo lo demás está incluido.
Tu tarde incluye una bici cómoda con casco, seguro completo durante todo el recorrido, una guía local amable que comparte historias y recomendaciones (más un mapa con sus notas personales), para que termines con recuerdos y planes para seguir disfrutando Sevilla.
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