Vive el flamenco de cerca en Sevilla, sin escenario grande, solo música y baile auténticos junto a la Giralda. Cada función es única y llena de energía. Ideal si buscas algo genuino y fácil de llegar.
Lo primero que noté fue el murmullo suave de voces fuera de la antigua casa, a apenas veinte pasos bajo la sombra de la Giralda. Dentro, el aire se sentía fresco y un poco a cerrado, como la piedra vieja al caer la noche. Las paredes son gruesas, pintadas de blanco, con fotos antiguas de bailaores y guitarristas que han tocado aquí antes. No es un lugar grande; estás tan cerca que puedes ver cada taconeo y el sudor en la frente del cantaor.
Nuestro guía nos invitó a entrar con una sonrisa y nos indicó dónde sentarnos para tener la mejor vista. El show empezó sin luces ni anuncios llamativos, solo un fuerte aplauso y una voz profunda llenando el espacio. Los dedos del guitarrista se movían tan rápido que perdí la cuenta, y se sentía cómo vibraba el suelo cuando la bailaora giraba. No hay guion ni rutina fija; cada noche es diferente porque todo se improvisa. En un momento, una niña en primera fila empezó a aplaudir, y nadie se molestó. Duró alrededor de una hora, pero sinceramente se pasó volando.
Sí, los niños a partir de 7 años son bienvenidos siempre que vayan acompañados de un adulto. El ambiente es tranquilo y familiar.
El espacio es totalmente accesible para sillas de ruedas, incluyendo entradas y zonas para sentarse. También se permiten cochecitos.
Lo mejor es reservar antes porque los asientos son limitados y las funciones se llenan rápido, especialmente los fines de semana.
El show de flamenco dura aproximadamente una hora sin intermedio.
Tu entrada incluye acceso al espectáculo en vivo de flamenco: una hora de canto, guitarra y baile en un lugar histórico cerca de la Catedral de Sevilla. Para todas las edades (desde 7 años) y con acceso para sillas de ruedas.
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