Si quieres vivir el flamenco de verdad y probar lo que comen los sevillanos, este tour es para ti. Música que acelera el corazón y comida que encanta a los locales, todo con alguien que sabe dónde ir.
El tablao estaba escondido en una calle estrecha, justo después del aroma a azahar que siempre flota al atardecer. Dentro, el ambiente era íntimo—luces tenues, sillas de madera que crujían al sentarse. Nuestra guía, Marta, nos indicó una mesa cerca del escenario. Los primeros acordes de la guitarra cortaron el murmullo, y de repente todo quedó en silencio. Se sentía cómo vibraba el suelo con cada taconeo del bailaor. Me sorprendí marcando el ritmo bajo la mesa.
Después salimos a la fresca de la noche y nos dirigimos hacia Triana. Marta nos llevó a un bar pequeño donde los locales se apoyaban en paredes de azulejos, con platos de jamón y tortilla en las manos. Probamos un chorizo picante y algo llamado “espinacas con garbanzos”—nunca había probado las espinacas así. En cada parada nos sirvieron una bebida—primero una manzanilla fresca, luego una cerveza fría en otro sitio donde el camarero saludó a Marta por su nombre. No hubo prisas; tuvimos tiempo para charlar, reír y ver la vida pasar por esas calles empedradas.
Sí, todos los locales son accesibles y el transporte público está cerca.
Los niños son bienvenidos si van acompañados de un adulto; también se aceptan cochecitos.
No recomendamos este tour para personas con intolerancias por riesgo de contaminación cruzada.
Disfrutarás de cuatro tapas diferentes y tres bebidas durante la noche.
Tu noche incluye entrada a un show de flamenco en vivo, guía local, cuatro tapas tradicionales y tres bebidas en bares seleccionados.
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