Cambia el ruido de la ciudad por los pueblos blancos de Andalucía y los acantilados de Ronda en esta excursión privada desde Sevilla. Disfruta de relatos locales, aromas de pan recién hecho en Zahara y tiempo para parar donde quieras, con recogida en hotel incluida para que no te preocupes por nada.
No esperaba que el aire en Zahara de la Sierra oliera tan intenso, como hojas de olivo después de la lluvia. Salimos temprano de Sevilla (mi café apenas había hecho efecto), pero cuando nuestra guía Marta señaló el castillo sobre las casas blancas, ya estaba bien despierto. Ella conocía a todo el mundo; un hombre le saludó desde la ventana de su panadería y nos regaló un panecillo aún caliente. Intenté decir gracias con la boca llena. Las calles aquí son tan empinadas que sientes cómo trabajan tus gemelos, pero vale la pena por esas vistas entre las casas: colinas verdes que se pierden en el horizonte.
Después nos perdimos un poco entre Grazalema. Confieso que por un momento no supe cuál pueblo era cuál, todos tienen esa pintura blanca cegadora y gatos dormilones, pero Grazalema se sentía más tranquilo. Había una placita donde unos viejos jugaban a las dominó bajo un naranjo. Marta nos explicó cómo estos pueblos blancos se mantienen frescos en verano (lo creo, incluso en primavera el sol rebota en cada pared). Nos ofreció una caminata opcional; casi me animo, pero la verdad solo quería otro café y sentarme a ver pasar la vida.
El camino a Ronda es puro zigzag y panorámicas inesperadas: un momento estás en un bosque sombrío y al siguiente, frente a acantilados impresionantes. Cuando finalmente estuvimos en el Puente Nuevo, ese famoso puente sobre el enorme tajo… me quedé en silencio. Se escuchan golondrinas bajo el puente y ves a gente apoyada en las barandillas de piedra, como intentando grabar cada detalle. Marta nos contó historias de bandoleros que se escondían aquí hace siglos; parecía que aún podrían estar por ahí si miras con atención.
Podríamos haber hecho más paradas (alguien del grupo quería ver las casas-cueva de Setenil), pero la verdad me gustó tener tiempo para pasear por las calles antiguas de Ronda a nuestro ritmo antes de volver a Sevilla. Las piernas cansadas, pero la cabeza más ligera, quizá por tanto sol o por descubrir un lugar tan distinto a casa. Sigo pensando en esa vista desde el puente.
Es un tour privado de día completo con recogida en hotel por la mañana y regreso por la tarde.
Las paradas estándar son Zahara de la Sierra, Grazalema y Ronda.
Sí, puedes añadir o quitar pueblos como Setenil de las Bodegas u Olvera tras reservar.
Sí, la recogida y regreso al hotel en Sevilla están incluidos.
Hay una caminata opcional cerca de Grazalema; solo avisa a tu guía después de reservar.
Sí, el transporte es accesible y se pueden proporcionar asientos para bebés.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Sevilla, un guía conductor profesional que conoce estos pueblos al dedillo (y parece conocer a la mitad de sus habitantes), además de paradas flexibles para que puedas tomar fotos o hacer pausas para café.
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