Caminarás por bodegas frescas en Rioja Alta y Alavesa con un grupo pequeño, probarás vinos servidos por familias bodegueras, compartirás historias durante una auténtica comida riojana y pasearás entre viñas centenarias. Nada pulido ni preparado, solo gente real y vino de verdad. Si quieres sentirte parte por un día, aquí encajas perfecto.
Lo primero que me llamó la atención no fue la vista, sino el silencio fresco dentro de aquella antigua bodega de piedra. Se olían las barricas, un aroma un poco intenso y terroso, como hojas mojadas en otoño. Nuestra guía, Marta —que creció aquí— me pasó una copa antes de que pudiera decidir dónde pararme. Se rió cuando intenté pronunciar “Tempranillo” a la manera local. Aún recuerdo ese momento: ahí, intentando no parecer turista y fallando estrepitosamente.
Recorrimos tanto Rioja Alta como Rioja Alavesa, que honestamente parecían dos mundos distintos aunque estén tan cerca. Las colinas cambiaban de color con las nubes: a veces doradas, otras casi moradas. Marta nos contó sobre la viña de su tío y cómo sus manos siempre huelen a uva, sin importar la época del año. En una de las bodegas familiares (ojalá recordara el nombre), el dueño nos mostró una foto de 1957 donde su abuelo pisa uvas descalzo. Nos dijo que aún lo hacen por diversión en la vendimia, por mantener la tradición.
La comida fue en un restaurante pequeñito del pueblo, nada sofisticado, solo comida riojana de verdad. Había algo en la forma en que todos hablaban a la vez en la mesa que me hizo sentir que nos conocíamos de mucho más que unas horas. El vino sabía distinto después de caminar entre esas viñas; quizá solo sea cosa mía, pero de alguna forma importaba.
Por la tarde, paseábamos entre hileras de viñas más viejas que cualquiera de nosotros, en silencio salvo por los pájaros y una radio lejana que tocaba algo alegre en español. No todo fue perfecto; me embarré los zapatos y olvidé el protector solar (clásico). Pero sí, si buscas una escapada desde Bilbao o San Sebastián que se sienta menos como un tour y más como un secreto local, este es el plan.
El tour es una experiencia de día completo, desde la mañana hasta la tarde.
Sí, incluye recogida y regreso a tu hotel o punto de encuentro.
Se recorren las regiones vinícolas de Rioja Alta y Rioja Alavesa.
Sí, incluye un almuerzo con platos típicos de Rioja maridados con vino.
Visitarás dos bodegas familiares y pasearás por viñedos.
Es un tour en grupo pequeño, con un máximo de 8 personas.
Un experto local que habla inglés guía las catas y visitas.
El tour es apto para todos los niveles; hay algo de caminata por viñedos.
Tu día incluye transporte privado con aire acondicionado desde tu hotel o punto de encuentro, un guía experto en vinos que habla inglés durante todo el recorrido por Rioja Alta y Alavesa, visitas guiadas a tres viñedos donde conocerás a los bodegueros o sus familias, todas las entradas incluidas, además de un almuerzo “como un local” con platos auténticos maridados con vinos regionales antes de regresar juntos al atardecer.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?