Recorrerás puentes milenarios en Cangas de Onís, tomarás café con vistas a lagos de montaña junto a tu guía local, explorarás la cueva sagrada de Covadonga a tu ritmo y pasearás por el puerto de Lastres antes de regresar. Prepárate para momentos reales—viento en la cara, risas en la comida—y mucho tiempo para disfrutarlo todo.
“¿Has visto un puente tan antiguo?” nos preguntó Javier, nuestro conductor, mientras estábamos junto al puente romano de Cangas de Onís. Me quedé mirando las piedras cubiertas de musgo un buen rato — se oía el río debajo, frío y rápido. Había un leve aroma a tierra mojada por todas partes, y un par de mujeres mayores charlaban cerca en asturiano. Intenté captar alguna palabra, pero nada. Era uno de esos lugares donde el tiempo parece detenerse y respirar.
El camino hacia los lagos — Enol y Ercina — serpenteaba entre curvas y rayos de sol que se colaban entre las nubes. Javier señalaba las vacas con esas grandes campanas al cuello (las llamaba “vacas felices”), y juro que una me miró fijamente. Arriba, tomamos un café en un pequeño restaurante que olía a leña y a espresso fuerte. El aire era cortante; mis manos se enfriaron al sostener la taza, pero se agradecía después de tanto viaje. Caminamos hasta el mirador de Entrelagos — viento en la cara, ovejas a lo lejos. No esperaba sentirme tan pequeño mirando esas colinas verdes.
Después fuimos a Covadonga — dos horas para pasear por la Cueva Santa y la iglesia. Esa cueva tiene algo especial: velas parpadeando, susurros de oraciones en español, y aunque no seas religioso, te cala hondo. Intenté encender una vela pero me costó con el mechero (Javier se rió). Tras la comida, nos dirigimos a Lastres, ese pueblo marinero que se agarra a la ladera sobre el mar. El puerto olía a sal y pescado frito; niños jugaban al balón cerca de los barcos mientras un anciano arreglaba sus redes sin levantar la vista.
Sigo pensando en esa vista desde Lastres — agua azul que se pierde en el horizonte, casas apiladas detrás como fichas de dominó. Volvimos a Oviedo sobre las seis, cansados pero con una sensación difícil de explicar. Si buscas una excursión desde Oviedo o Gijón que sea auténtica y sin prisas (y con recogida incluida), esta es la tuya.
Sí, la recogida está incluida desde Oviedo o Gijón.
El tour dura unas 10 horas, regresando sobre las 18:00.
Visitarás Cangas de Onís (puente romano), lagos Enol y Ercina, minas de Buferrera, Covadonga (Cueva Santa e iglesia) y el pueblo de Lastres.
No incluye comida tradicional, pero hay paradas para comer durante el recorrido.
Sí, los bebés son bienvenidos; se dispone de cochecitos y sillas para ellos.
Sí, los animales de servicio están permitidos en esta excursión privada.
Incluye acceso preferente al Parque Nacional de los Picos de Europa; otras entradas no están especificadas.
Tu día incluye recogida en hotel desde Oviedo o Gijón con un guía-conductor autorizado que comparte historias locales en cada parada—además de transporte con aire acondicionado, acceso preferente al Parque Nacional de los Picos de Europa, agua o refresco para el camino y tiempo suficiente en cada lugar antes de regresar por la tarde.
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