Pasea por calles romanas antiguas a las afueras de Sevilla, toca mosaicos originales, pisa un anfiteatro enorme (fans de Juego de Tronos lo reconocerán), y escucha las historias de una guía local que da vida a las ruinas de Itálica. Disfruta sorpresas como estatuas escondidas y aromas de hierbas, además de transporte cómodo y entradas sin colas para saborear al máximo la experiencia.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo el sol iluminaba aquellas piedras milenarias de Itálica — no dorado, ni blanco del todo, sino un calor seco que hacía que todo pareciera antiguo pero con vida propia. Apenas bajamos del minibús en Sevilla (son solo quince minutos) cuando nuestra guía, Carmen, empezó a señalar pequeños fragmentos de mosaico asomando entre la hierba. Nos contó que son originales, algunos tienen más de 2,000 años. Me arrodillé para tocarlos y sentí las diminutas piezas bajo los dedos. Es curioso cómo algo tan antiguo puede sentirse tan... natural, ¿no? Como si pudieras imaginar a niños corriendo por aquí en aquella época.
Carmen tenía ese don para contar historias que hacían olvidar que estábamos en un tour del tipo “excursión de un día desde Sevilla” — se reía de sus propios chistes y a veces mezclaba el español y el inglés cuando se emocionaba. El anfiteatro es enorme (el tercero más grande del Imperio Romano, según dijo), y al pararte en el centro puedes escuchar tu voz rebotar en las paredes. Un chico intentó hacer una frase de Juego de Tronos (la guía puso los ojos en blanco pero sonrió). Las gradas suben sin parar — intenté llegar arriba para una foto pero me distraje con un lagarto tomando el sol en los escalones.
Paseamos por lo que antes fueron casas y baños públicos. Hay una estatua de Diana escondida en una esquina que Carmen dijo que casi nadie ve, lo que me animó a mirarla más tiempo. El aire olía a hierbas silvestres — ¿tomillo quizá? — mezclado con polvo y un toque metálico de las piedras tras la lluvia de la noche anterior. No esperaba interesarme por los emperadores romanos, pero saber que Trajano nació aquí hizo que todo se sintiera menos museo y más como el pueblo de alguien, ¿sabes?
Cuando llegamos a Santiponce para ver el teatro parcialmente reconstruido, mis pies estaban cansados pero no me importó. Hubo un momento de silencio donde todos nos quedamos callados mirando lo que antes era el escenario. A veces pienso en ese silencio cuando todo en casa se vuelve ruido.
Itálica está a unos 15 minutos en coche desde el centro de Sevilla.
El tour incluye transporte en vehículo con aire acondicionado, pero no especifica recogida en hotel.
La visita guiada dura alrededor de 4 horas, incluyendo el tiempo de traslado.
Las entradas están incluidas en el precio de la reserva.
El tour garantiza acceso sin esperar en las filas de entrada.
No se incluye comida ni se menciona en lo que ofrece el tour.
Se ofrecen asientos especiales para bebés para los que viajen con ellos.
Se recomienda tener un nivel moderado de capacidad física para participar.
Tu experiencia incluye un guía experto en historia del arte, transporte cómodo y con aire acondicionado desde Sevilla a Itálica y regreso, acceso sin colas para no perder tiempo y asientos para bebés si los necesitas — solo trae tu curiosidad (y agua si hace calor).
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