Recorre con un guía local la única finca de café en Gran Canaria, probando frutas raras como banana roja y pitaya directo del árbol. Pasea entre muros de piedra centenarios y observa animales salvajes mientras aprendes sobre agricultura sostenible. Termina con dulces muestras y quizá una bolsa de granos frescos que recordarás mucho después.
Empezamos justo en la antigua casa de campo — tiene más de 300 años, pero antes de verla ya se percibe el olor a madera y tierra. Nuestra guía, Elena, me dio una pequeña banana roja (era la primera vez que veía una de ese color) y sonrió cuando dudé. “Pruébala”, me animó, y lo hice. Tenía un dulzor inesperado, casi floral. El aire olía a verde húmedo por todas partes — como estar dentro de un invernadero abierto al cielo.
El paseo por la plantación fue más empinado de lo que imaginaba (Elena nos avisó que llevaramos buen calzado), pero valió la pena por todos esos árboles salvajes: mangos cargados, pitayas aferradas a sus brazos espinosos, hasta el zapote negro que ella llamó “fruta pudín de chocolate”. Pasamos junto a unas cabras que nos miraban como si fueran dueñas del lugar. Elena señaló un camaleón en una rama — sinceramente, sin ella lo habría pasado por alto. Nos contó cómo mantienen todo sostenible aquí, cerrando el ciclo del agua y dejando que la naturaleza haga la mayor parte del trabajo. Hubo un momento en que el viento cambió y olí café tostándose en algún lugar de la colina — no fuerte, solo lo justo para que quisiera ir a buscar de dónde venía.
Lo más especial es estar entre esas plantas de café — aparentemente esta es la única finca de café en Europa (y la más al norte del mundo). No esperaba sentir nada especial, pero hay algo raro en ver cerezas de café creciendo bajo nubes atlánticas en vez del calor tropical. Elena nos contó lo difícil que es cultivar café aquí; se rió cuando le pregunté si se cansa de explicar que sí, el café europeo real existe. Terminamos de nuevo en la casa de campo con los dedos pegajosos por las muestras de fruta y una pequeña bolsa de granos para llevar (si quieres más hay descuento). Sigo pensando en ese sabor de fruta fresca bajo muros de piedra antigua — una sensación extrañamente reconfortante.
Sí, esta plantación en Gran Canaria es actualmente la única finca de café en Europa y también la más al norte del mundo.
Encontrarás hasta 30 variedades, incluyendo mangos, lichis, bananas rojas, pitayas, chirimoyas, macadamias y zapote negro.
El recorrido incluye una pendiente pronunciada; se recomiendan zapatos cerrados cómodos y una condición física moderada.
Podrás ver camaleones, águilas, perdices, búhos, cabras salvajes o jabalíes durante la visita.
No incluye almuerzo, pero podrás probar varias frutas durante la visita y recibir un descuento en compras.
Si tienes alergias a plantas o polen, consulta con los organizadores antes de reservar, ya que puede haber exposición.
No se menciona recogida; los visitantes deben organizar su propio transporte hasta la entrada de la finca.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Tu día incluye una caminata guiada al aire libre por la única plantación de café en Europa, en Gran Canaria, además de degustaciones de frutas tropicales raras durante el recorrido. Y si quieres comprar más fruta al final, tienes un 15% de descuento antes de regresar a casa con los dedos pegajosos y quizá unos granos frescos.
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