Recorre senderos estrechos junto a acantilados en esta excursión al Caminito del Rey desde la Costa del Sol, empezando con un desayuno local en Ardales y acompañado por un guía que conoce cada rincón del camino. Siente la adrenalina en puentes colgantes y miradores de cristal antes de relajarte junto al embalse de El Chorro—una experiencia que no olvidarás.
Lo primero que recuerdo es cómo se empañaban las ventanas del autobús al salir de Málaga — todos en silencio, medio dormidos, agarrando su café. Nuestra guía, Marta, tenía esa habilidad de hacernos reír con su miedo a las alturas (¡no muy tranquilizador al principio!), pero sirvió para romper el hielo. Paramos en Ardales para desayunar — el aire olía a pan recién hecho y a algo dulce que no supe identificar. Hay una iglesia blanca que atrapa el sol de la mañana justo en el momento perfecto. Intenté pedir “tostada con tomate” y la lié parda; el chico de detrás del mostrador sonrió igual.
La excursión al Caminito del Rey desde la Costa del Sol empieza en un sitio llamado Kiosko — nada lujoso, pero es donde se junta todo el mundo antes de partir. El túnel de entrada fue más largo de lo que esperaba; aire fresco, paredes que gotean y pasos que resuenan. Marta nos señaló unas formaciones rocosas raras (“tafoni”, dijo — todavía no sé pronunciarlo bien). Empiezas a oír el agua corriendo abajo antes de ver nada. Los acantilados están tan cerca que podrías tocarlos si te arriesgas a rozarte los nudillos.
Hay una parte que llaman la escalera de chocolate — la verdad, no sé por qué, pero se me quedó grabado. Lo mejor fue cruzar el puente colgante en el desfiladero de los Gaitanes. Tenía las manos sudando tanto que casi se me cae el móvil (no recomiendo hacer selfies aquí a menos que tengas nervios de acero). Alguien delante empezó a cantar bajito y la voz rebotaba por todo el cañón — me puso la piel de gallina. Ahora es seguro, nada que ver con su mala fama antigua, pero las piernas te tiemblan cuando miras hacia abajo a través del mirador de cristal.
Después terminamos junto al embalse de El Chorro — agua azul y silencio roto solo por los pájaros. Todos estábamos cansados pero contentos; hasta Marta parecía aliviada de que todos hubiéramos cruzado. De vuelta a Málaga, la gente compartía fotos y anécdotas como si nos conociéramos de toda la vida. No dejo de pensar en esa sensación de estar a mitad de un acantilado y darte cuenta de que realmente lo estás haciendo — no solo viendo fotos por internet.
Sí, la recogida está incluida desde el centro de Málaga y puntos seleccionados de la Costa del Sol.
El recorrido completo es de unos 7,7 kilómetros de principio a fin.
No, el desayuno no está incluido, pero hay una parada en Ardales donde puedes comprarlo.
No se permiten niños menores de 7 años en esta excursión al Caminito del Rey.
Se recomiendan zapatos cómodos y agua; no están permitidos paraguas ni bastones de senderismo.
Si sufres de vértigo o miedo intenso a las alturas, esta excursión no es recomendable.
Sí, las entradas están incluidas en la reserva.
Sí, el conductor/guía habla inglés durante toda la excursión.
Tu día incluye recogida en el centro de Málaga o puntos seleccionados de la Costa del Sol en un autobús con aire acondicionado, entradas para el Caminito del Rey y un guía conductor amable que te acompañará durante todo el trayecto—solo tendrás que preocuparte de mantener el equilibrio en los senderos junto a los acantilados y luego volver con historias para contar.
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