Recorre el retorcido Barrio Gótico de Barcelona de noche con un guía local que comparte historias de fantasmas y leyendas—empezando y terminando en un bar acogedor donde puedes pedir algo para animarte. Escucha relatos escalofriantes mientras caminas por calles empedradas a la luz de faroles, oye sonidos extraños rebotando en muros antiguos y ríe nervioso con otros viajeros.
Lo primero que recuerdo es cómo la luz de las farolas iluminaba esas piedras antiguas del Barrio Gótico — un tono amarillento y parpadeante, como si dudaran entre guardar secretos o revelarlos. Quedamos en un bar escondido en una esquina que parecía más viejo que mi pueblo. Nuestra guía, Marta, sonreía con picardía cuando nos preguntó si queríamos una copa para “tener valor”. Me animé (gintonic, con mucho gin) porque, ¿por qué no? Es Barcelona de noche y parece que hay fantasmas rondando.
Empezamos a caminar por esas callejuelas estrechas que giran tanto que en cinco minutos ya pierdes el rumbo. Marta nos contó la historia de una mujer que supuestamente aparece en uno de los patios — bajó la voz y, la verdad, se me pusieron los pelos de punta, aunque se oía la tele de alguien por una ventana abierta arriba. El aire olía a piedra y algo dulce, ¿incienso quizás? En un momento señaló unas tallas en una pared que parecían derretidas por siglos de lluvia. Hubo un instante en que todos nos quedamos en silencio, atentos a… algo. No esperaba asustarme, pero pasó.
Intenté repetir uno de los nombres en catalán que nos enseñó Marta — seguro que lo dije fatal porque se rió y dijo “casi”. En el grupo había más gente; un chico no paraba de mirar nervioso hacia atrás, lo que me hizo reír (hasta que me pillé haciendo lo mismo). Las historias no solo daban miedo, a veces eran tristemente extrañas, como si pudieras sentir la antigüedad de esas calles. Cuando volvimos al bar, me dolían los pies, pero tenía ganas de dar otra vuelta para ver si pasaba algo si caminaba solo. Aún pienso en ese último callejón — hacía más frío del que debería, ¿sabes?
El paseo a pie dura aproximadamente 90 minutos.
El tour comienza y termina en un bar del centro del Barrio Gótico de Barcelona.
El tour es apto para todas las edades; bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito.
No, las bebidas y la cena se pueden comprar en el bar, pero no están incluidas en el precio del tour.
Sí, un guía local experto acompañará a todo el grupo durante el recorrido.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
La ruta es apta para todos los niveles de movilidad; se permiten cochecitos.
Tu noche incluye un paseo de 90 minutos por el Barrio Gótico de Barcelona con historias de fantasmas y leyendas contadas por un guía local. Comenzarás y terminarás en un bar acogedor donde podrás comprar bebidas o cenar antes de volver a salir a la noche.
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