Escapa del bullicio de Barcelona con un paseo privado en velero, barra libre y snacks, guiado por un patrón local que conoce bien estas aguas. Disfruta la ciudad desde otro ángulo, ancla para nadar si te apetece y quizá veas delfines si tienes suerte. Un plan relajado, sin prisas, más para sentir que para ver.
No esperaba sentir tanta calma a solo minutos de salir del Port Olímpic. Hay algo especial en ver cómo Barcelona queda atrás — el ruido de la ciudad se apaga y de repente solo estamos nosotros, nuestro patrón Jordi (con un humor seco que me sacó más de una sonrisa) y ese ritmo suave del Mediterráneo. El barco estaba impecable, sin ser ostentoso; cojines por todos lados y bebidas frías listas para disfrutar. Intenté pronunciar bien “Moll de la Marina” — Jordi sonrió pero no me corrigió. Quizás fue por educación.
La vista del skyline desde el agua es distinta a lo que imaginaba — ves la escultura del pez dorado brillando bajo el sol y esas dos torres que siempre parecen más altas desde abajo. Cruzamos algunos barcos, pero en general reinaba la tranquilidad, solo interrumpida por gaviotas y el crujir de las cuerdas. Alguien abrió una cerveza; yo empecé con agua (siempre me da miedo marearme, aunque la mar estaba como un plato). Había snacks — aceitunas, patatas, nada sofisticado pero perfecto para picar mientras miras la ciudad y tratas de adivinar qué edificio es cuál.
Después de una hora más o menos, anclamos para darnos un baño. El agua estaba fría al principio — no tanto como para asustar, pero sí para pensarlo dos veces antes de lanzarme. Un par de nosotros flotamos riendo como niños. Hoy no vimos delfines (Jordi dice que a veces aparecen cuando menos te lo esperas), pero la verdad no me importó. Parecía que el tiempo se detenía allá afuera. No dejaba de pensar lo curioso que es estar tan cerca de Barcelona y a la vez sentirse tan lejos de todo.
El tour comienza en el Moll de la Marina, dentro del Port Olímpic, entre las dos torres del centro de Barcelona.
El grupo máximo es de 9 personas por reserva.
Sí, si el tiempo lo permite, se hace una parada para nadar durante el recorrido.
Sí, incluyen agua embotellada, refrescos, cervezas y snacks ligeros durante el paseo.
No, no se requiere ninguna experiencia previa en navegación.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados por un adulto; los bebés pueden ir en brazos.
Puedes elegir entre opciones de 2, 3 o 4 horas al reservar.
Tu día incluye refrescos ligeros como agua y refrescos, además de cerveza a bordo, snacks sencillos para compartir mientras navegas frente al skyline de Barcelona, cojines suaves por todo el velero para que estés cómodo ya sea en la bañera o en la proa, todo bajo el cuidado de tu patrón personal — solo trae ganas de disfrutar (y quizás un bañador) antes de regresar juntos al puerto.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?