Lanzarás tu línea en las aguas profundas frente a la costa vasca, probando suerte con atunes o pargos mientras un guía local te enseña trucos heredados de generaciones. Observa delfines pasar rozando el barco mientras aprendes técnicas de curricán o pesca de fondo y disfruta de las vistas de pueblos diminutos bajo colinas verdes. No es solo pescar, es sentirte parte de este mar salvaje.
Con las manos firmes en la caña, vi cómo la línea se lanzaba sobre el agua azul—mi primer lance en la Bahía de Vizcaya. El barco se movía justo lo suficiente para hacerme reír nervioso, y nuestro guía Jon sonreía mientras revisaba el motor. Nos contó historias de su abuelo pescando en estas mismas aguas entre Francia y España, justo donde los Pirineos besan el mar. Podía oler la sal y el aceite del motor, una mezcla rara pero que encajaba perfectamente.
Al principio intentamos la pesca al curricán—Jon nos enseñó a buscar señales de atún. Señaló un remolino repentino en la superficie (“¡Ahí están!”) y todos nos apresuramos, enredando las líneas un par de veces (vale, eso fue culpa mía). No esperaba tanta paciencia; hubo largos momentos en que solo se oían las olas golpeando el casco y las gaviotas volando. En un momento, un grupo de delfines pasó zumbando cerca, tan cerca que se oía su respiración. Ese sonido se queda contigo.
Después cambiamos a pesca de fondo para buscar pargos. El cebo estaba frío y resbaladizo en mis manos—dudé antes de engancharlo, pero Jon simplemente encogió los hombros como diciendo, “Así es la pesca.” Un par de niños a bordo se entusiasmaron mucho; su emoción al sentir el tirón contagiaba a todos. El sol se escondía y aparecía entre nubes, haciendo que todo brillara a ratos plateado y a ratos intenso. El almuerzo fue solo unos bocadillos que llevamos, nada especial, pero comértelos con las manos saladas les daba un sabor único.
Sigo pensando en esa vista hacia la costa—las colinas verdes bajando hasta pequeños pueblos que apenas se ven desde aquí. Hay algo en estar tan lejos de tierra que te hace sentir pequeño, pero también afortunado. Si buscas una experiencia auténtica de pesca en la Bahía de Vizcaya (y quizás que unos niños locales te ganen), esta es tu oportunidad.
No hay un tiempo exacto, pero espera pasar varias horas en el agua como parte de una salida de día completo.
Sí, la pesca de fondo es especialmente divertida para niños y apta para todos los niveles físicos.
Durante el verano puedes pescar atunes, además de pargos y otras especies locales.
Es posible avistar delfines y a veces ballenas mientras estás en el mar.
El barco abierto tiene espacio para hasta 7 pasajeros más la tripulación.
Sí, el transporte privado está incluido con tu reserva.
No, todos los equipos de pesca están incluidos en el tour.
El tour se realiza a lo largo de la costa de la Bahía de Vizcaya, entre Francia y España, cerca de los Pirineos.
Claro, los guías te enseñarán distintas técnicas, seas principiante o experto.
Tu día incluye transporte privado al puerto, uso de todas las cañas y equipos en un barco abierto de 6 metros (con espacio para siete personas), además de la guía de locales que conocen estas aguas a la perfección—solo necesitas traer ganas (y quizás unos bocadillos).
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?