Camina tras los pasos de JK Rowling por Edimburgo con un guía local cómico que hace que cada historia cobre vida. Verás lápidas que inspiraron personajes, secretos de Hogwarts, charlas animadas y tiempo para quedarte donde quieras. La ciudad se siente distinta cuando recorres sus rincones mágicos, sobre todo con alguien que conoce cada detalle.
Nos colamos bajo el arco hacia el cementerio de Greyfriars Kirkyard, y enseguida sentí ese olor a piedra húmeda — siempre me recuerda a los libros antiguos. Nuestro guía, Jamie, empezó con una sonrisa y una varita (sí, de verdad), señalando las lápidas cubiertas de musgo que inspiraron algunos nombres de Harry Potter. No esperaba ver “McGonagall” tallado en granito desgastado. Jamie nos contó cómo JK Rowling solía pasear aquí durante horas, y la verdad, de pie bajo la llovizna con cuervos peleándose en lo alto, era fácil imaginarla tomando notas en un banco.
Desde ahí seguimos por la escuela George Heriot — llena de torretas y ventanas oscuras — y pudimos ver el castillo de Edimburgo asomando entre la niebla. Jamie soltaba datos curiosos sobre qué edificios podrían haber inspirado Hogwarts, pero también nos contó anécdotas de su infancia cerca (dijo que una vez intentó colarse en Heriot de niño; no llegó muy lejos). Paramos frente a un café que dice ser “el lugar de nacimiento” de Harry Potter — Jamie hizo comillas en el aire y puso los ojos en blanco, casi me río en voz alta. Al parecer, hay debate sobre dónde escribió Rowling la mayor parte del primer libro. De todas formas, se huele el café tostándose desde la calle de enfrente.
La sorpresa fue Victoria Street — con sus adoquines torcidos y fachadas de colores — que muchos dicen que es el Callejón Diagon real. Está animada pero sin agobiar; un dependiente saludó a Jamie como si se conocieran de toda la vida. Intenté decir “gracias” en escocés después de comprar una postal y lo hice fatal (Jamie solo sonrió). Por aquí nos dijo que podíamos tomarnos todo el tiempo que quisiéramos o saltarnos partes si estábamos cansados — me gustó esa libertad. Hubo un momento en que el sol salió un instante y todo brilló contra el pavimento mojado. Todavía lo recuerdo.
Sí, los niños menores de 7 años pueden participar en el tour.
Sí, el tour lo dirige un guía local con experiencia que además es actor cómico profesional.
Sí, el recorrido es accesible para sillas de ruedas en todo momento.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante el tour.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecitos o carriolas durante el recorrido.
No incluye recogida en hotel; el punto de encuentro es en el centro de Edimburgo.
La duración varía porque es privado y se adapta al ritmo de tu grupo.
Tu día incluye un tour privado a pie por Edimburgo con un guía cómico y entretenido. Visitarás los lugares clave relacionados con Harry Potter a tu ritmo, sin prisas, mientras escuchas historias locales en el camino.
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