Este safari matutino en el desierto de Dubái combina la emoción del dune bashing, paseos en camello por arenas tranquilas y un desayuno relajado bajo el cielo abierto. Prueba el sandboarding o haz fotos con vestimenta local; tu guía se encarga de todo para que solo disfrutes la calma del desierto en esas primeras horas.
El conductor sonrió mientras desinflaba un poco las ruedas; al parecer, así es como se prepara uno para el verdadero dune bashing. Saltábamos sobre suaves colinas doradas, el 4x4 se inclinaba justo lo suficiente para que todos rieran y se agarraran del asiento de adelante. El desierto estaba en silencio, salvo por nuestros gritos y el crujir de la arena bajo las ruedas. La luz temprana proyectaba largas sombras sobre las dunas, y podía saborear un poco de polvo en mis labios cada vez que nos deteníamos a tomar fotos.
Después de tanta emoción, se sentía bien bajar el ritmo. Los camellos esperaban cerca, mascando con calma y parpadeando como si hubieran visto esta rutina un centenar de veces. Subirse a uno es más difícil de lo que parece—nuestro guía bromeó llamándolo “yoga camellero”—pero una vez arriba, todo se vuelve tranquilo. El único sonido era el suave golpeteo de sus patas sobre la arena fresca de la mañana. Noté que la brisa olía ligeramente dulce, casi a hierba seca mezclada con café de algún lugar cercano.
Nos reunimos alrededor de mesas bajas puestas directamente sobre la arena para el desayuno: pan plano aún tibio, dátiles pegajosos y dulces, además de un té fuerte servido de una vieja tetera de metal. Alguien se probó un pañuelo árabe para las fotos; nuestro guía nos enseñó a envolverlo bien para que no se volara. También hubo tiempo para probar el sandboarding, aunque yo preferí ver a los demás deslizarse riendo mientras tomaba jugo y disfrutaba del cielo abierto.
El tour dura alrededor de cuatro horas desde la recogida hasta el regreso, comenzando temprano para aprovechar el clima más fresco y la luz suave.
Sí, se sirve un desayuno fresco con jugo, té, café, agua y alimentos locales directamente en el desierto después de las actividades.
Los niños son bienvenidos y hay asientos para bebés si es necesario; sin embargo, algunas actividades pueden no ser aptas para los más pequeños o personas con problemas de salud.
Lo mejor es ropa ligera—pantalones cómodos o shorts—y zapatos cerrados para caminar en la arena. No olvides gafas de sol y protector solar.
Tu experiencia incluye recogida y regreso al hotel en un 4x4 con aire acondicionado, además de todas las actividades principales: dune bashing por las dunas, paseos en camello con guías expertos y sandboarding si te animas. El desayuno se sirve al aire libre con jugo, agua, té y café, todo organizado por tu guía para que solo te concentres en disfrutar cada instante en el desierto.
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