Explora museos antiguos, disfruta un té junto al oasis, conoce camellos de cerca y sube a Jebel Hafeet para vistas increíbles, todo en una escapada relajada desde Dubái.
La luz del sol iluminaba las rocas rojizas de Jebel Hafeet cuando llegamos a Al Ain; aquí se siente un ambiente muy distinto al de Dubái desde el primer instante. Todo va más despacio, y eso se nota incluso antes de bajar de la furgoneta. Nuestro guía, Ahmed, nos señaló las palmeras datileras a lo largo del camino; bromeó diciendo que los locales saben qué temporada es solo con ver el color de las hojas. El aire tenía un aroma dulce y terroso, especialmente cerca del oasis, donde el agua corría suave bajo los senderos sombreados.
El Museo Nacional de Al Ain fue nuestra primera parada. No es muy grande, pero si te gustan las monedas antiguas y la cerámica, te encantará quedarte un rato. Me quedé mirando herramientas antiguas que parecían recién sacadas de la tierra. Ahmed nos contó historias de la región que datan del 3000 a.C. Incluso mencionó que la UNESCO declaró a Al Ain Patrimonio de la Humanidad por buenas razones. Recorriendo los frescos pasillos, salimos para encontrar a un vendedor ambulante que ofrecía té de cardamomo; no pude resistirme a tomar una taza.
Después fuimos al mercado de camellos. La verdad, es un lugar ruidoso y lleno de vida: camellos gruñendo, comerciantes regateando en árabe e hindi. Se puede acercar uno para ver sus largas pestañas y oír sus resoplidos (cuidado con los zapatos). Vimos una venta rápida que parecía sacada de otra época. Más tarde, subimos a Jebel Hafeet para disfrutar de las vistas panorámicas hacia la frontera con Omán; el viento allá arriba es tan fuerte que te despeina sin piedad.
Al mediodía nos refrescamos en las aguas termales de Green Mubazzarah: familias haciendo picnic bajo los árboles y niños corriendo descalzos por el césped. La última parada fue el Oasis de Al Ain: caminar entre esas altas palmeras con la luz filtrándose por encima es una experiencia que no olvidaré pronto. Si buscas momentos tranquilos o conocer otra cara de Emiratos más allá de los rascacielos, este tour te lo ofrece todo.
No, las entradas al zoológico no están incluidas, pero tendrás tiempo para visitarlo si quieres.
No se incluyen comidas, pero hay paradas donde puedes comprar snacks o almorzar.
¡Sí! Muchas familias participan, solo hay que cuidar a los niños en lugares concurridos como el mercado de camellos.
Lo mejor es ropa ligera porque hace calor al mediodía. También zapatos cómodos para caminar por los sitios.
El tour incluye transporte desde Dubái (recogida y regreso), visitas guiadas al Museo Nacional de Al Ain (cerrado lunes), Museo Palacio Sheikh Zayed (cerrado lunes), Oasis de Al Ain, zona de aguas termales Green Mubazzarah, subida a Jebel Hafeet y tiempo en el mercado de camellos y ganado. No incluye entradas a atracciones como el zoológico de Al Ain, así que lleva algo de efectivo si quieres entrar.
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