Estarás en el borde del cráter volcánico Boquerón respirando aire puro de montaña, te lanzarás por el famoso tobogán arcoíris de San Salvador (sí, es tan divertido como parece), recorrerás la Iglesia El Rosario bañada de luz y terminarás explorando plazas y bares vibrantes con un guía local que conoce cada historia detrás de cada esquina.
Confieso que estaba un poco nervioso antes de mi primera excursión en San Salvador. Hay algo en ver un volcán tan de cerca que acelera el corazón, ¿no? Nuestro guía Carlos nos recogió justo a tiempo, sonriendo y bromeando sobre el tráfico matutino de la ciudad (que según él es “parte del encanto”). El camino hacia Boquerón fue como dejar atrás todo el ruido; a medida que subíamos, el aire se volvió más fresco y de repente apareció ese olor intenso a pino. Parados al borde del cráter, con las nubes flotando abajo y la ciudad extendiéndose a lo lejos, no dije mucho. Solo lo disfruté.
Y entonces llegó algo que no esperaba: el tobogán arcoíris. Desde las fotos parece un poco tonto, pero en serio, es pura diversión. Me reí tanto que casi me olvido de mirar el paisaje mientras bajaba (Carlos dijo que grité como un niño del barrio). Después de esa descarga de adrenalina, volvimos al centro de San Salvador, donde todo se siente más vivo y vibrante. La Iglesia El Rosario me sorprendió; por fuera parece solo un conjunto de curvas de concreto, pero por dentro la luz entra a raudales a través de vitrales de colores, creando patrones increíbles en el suelo. Se nota el respeto de la gente: todos caminaban en silencio, incluso los niños.
Carlos conocía todos los atajos del centro, guiándonos entre vendedores de fruta y puestos con pupusas chisporroteando en las planchas. Contó historias de edificios antiguos —el Teatro Nacional brillaba casi dorado con el sol de la tarde— y señaló dónde su papá lo llevaba a comer helado cuando era niño (me encantan esos detalles). Terminamos en el bar La Dalia, con su madera oscura y fotos viejas en las paredes, tomando algo frío mientras los locales discutían sobre fútbol. Aún recuerdo ese momento: sentir que por un instante quizá pertenecía ahí.
Es un tour de medio día que incluye el cráter Boquerón, el centro histórico y más.
Sí, incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado.
No, tu guía es bilingüe y habla inglés y español.
Visitarás el cráter Boquerón, el tobogán arcoíris, la Iglesia El Rosario, el Teatro Nacional, el Palacio Nacional y el bar La Dalia.
El tour es apto para todos los niveles de movilidad y se permiten animales de servicio; los bebés deben ir en el regazo de un adulto.
Sí, todos los costos de estacionamiento están cubiertos durante el recorrido.
Tu día incluye recogida en transporte privado con aire acondicionado desde tu hotel o punto de encuentro en San Salvador. Un guía local bilingüe te acompañará en cada parada, desde el cráter Boquerón hasta el centro histórico, con todos los costos de estacionamiento incluidos antes de regresar tras explorar juntos los sabores y rincones de la ciudad.
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