Camina por tumbas milenarias en el Valle de los Reyes con un guía local, siente el sol sobre las piedras de Karnak y el templo de Hatshepsut, y termina el día descubriendo relieves en Medinet Habu antes de volver a tu hotel—una experiencia en Luxor que recordarás mucho después de dejar Egipto.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente estar donde caminaron los faraones? Yo no, al menos no hasta que salimos de Luxor justo después del amanecer, con el aire fresco y un poco polvoriento. Nuestro guía, Mahmoud, nos esperaba en el lobby del hotel—tenía una calma especial, como si lo hubiera visto todo pero aún disfrutara contarlo. Empezamos por el Valle de los Reyes. El silencio dentro de esas tumbas es algo que no puedo explicar; escuchas tu propia respiración rebotando en paredes pintadas hace miles de años. Traté de imaginar esos colores cuando eran nuevos, quizás incluso más vivos que el pañuelo azul de mi guía.
Después visitamos el templo de Hatshepsut. El sol ya pegaba fuerte, reflejándose en la piedra clara y haciéndome entrecerrar los ojos. Mahmoud nos contó cómo ella gobernó como rey, no como reina—se rió cuando confundí su nombre (todavía no logro decirlo bien). Cerca de uno de los santuarios había un leve aroma a incienso, o tal vez era solo la piedra vieja calentándose al sol. En los Colosos de Memnón, un grupo de niños nos saludó desde el otro lado de la calle—uno intentó venderme un pequeño escarabajo tallado en algo verdoso. Lo compré para tener suerte.
El templo de Karnak llegó después y, sinceramente, es tan enorme que mi mente se saturó tratando de abarcarlo todo. Columnas por todas partes—algunas más altas que palmeras—y relieves que podías tocar con las manos (yo lo hice, aunque probablemente no se debe). Cuando llegamos al templo de Luxor, la luz de la tarde lo bañaba todo en tonos dorados y suaves. Mahmoud nos mostró grafitis dejados por soldados de Napoleón; historia sobre historia. Terminamos en Medinet Habu—sus muros son gruesos y frescos al tacto, como si guardaran secretos. Recuerdo sentirme cansado pero feliz, con polvo en los zapatos y la cabeza llena de historias.
El tour suele durar entre 7 y 8 horas, incluyendo la recogida y el regreso a tu hotel en Luxor.
No incluye almuerzo, pero se proporciona agua embotellada; puedes pedirle a tu guía recomendaciones para comer comida local durante el recorrido.
No, las entradas no están incluidas; las pagarás directamente en cada lugar durante el tour.
Sí, el transporte y la mayoría de los sitios son accesibles para sillas de ruedas o cochecitos.
Sí, tu guía privado es un egiptólogo calificado que habla inglés.
Tu día incluye recogida y regreso a tu hotel o crucero por el Nilo en Luxor en vehículo privado con aire acondicionado, guía egiptólogo de habla inglesa durante toda la visita, además de agua embotellada, para llevarte de vuelta cómodamente al atardecer.
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