Vuela alto sobre Luxor al amanecer en un globo aerostático, contemplando sitios antiguos como el Valle de los Reyes y el Templo de Hatshepsut mientras la luz del día crece. Disfruta de recogida y regreso al hotel, relatos del piloto local, té caliente antes del despegue y esa mezcla única de nervios y asombro que queda para siempre.
Jamás olvidaré estar en ese campo frío a las afueras de Luxor, esperando a que el equipo del globo terminara sus revisiones. Los quemadores chisporroteaban y todos nos movíamos, agarrando pequeñas tazas de té. Nuestro piloto, Mahmoud, sonrió y preguntó si estábamos listos — yo creía que sí, pero mis manos decían lo contrario. El cielo aún estaba oscuro, pero se sentía el cambio, como si algo grande estuviera por suceder. Subimos a la cesta (no tan elegante como esperaba) y, de repente, con un silencio que me sorprendió, despegamos.
Elevarse sobre Luxor en un globo aerostático no es como me lo imaginaba. No es ruidoso ni frenético — es como flotar en un sueño mientras la ciudad despierta bajo tus pies. Ves la cinta verde del Nilo serpenteando entre tierras polvorientas, y de repente aparece el Valle de los Reyes justo debajo. Mahmoud señalaba las entradas de las tumbas — diminutas desde aquí — y nos contaba historias de faraones enterrados con barcos dorados y sus mascotas favoritas. El sol asomaba tras las montañas y todo se teñía de un dorado suave. Intenté sacar fotos, pero la mayoría del tiempo solo me quedé mirando.
Navegamos frente al Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari — desde arriba parecía casi irreal, líneas rectas contrastando con los acantilados. Una pareja a mi lado susurraba sobre lo pequeños que se veían los humanos allá abajo; me reí porque sí, todo se siente distinto desde aquí arriba. Cuando finalmente aterrizamos (un poco movidos, pero a nadie le importó), nos entregaron certificados de vuelo y café fuerte. Mis piernas temblaban, pero mi mente estuvo horas en otro lugar — ya sabes esa sensación de que tu cuerpo está en tierra pero una parte sigue flotando.
El globo alcanza hasta 450 metros sobre Luxor durante el vuelo.
Sí, incluye recogida y regreso desde tu hotel o crucero en Luxor.
El vuelo dura entre 30 y 45 minutos sobre Luxor.
Se pueden ver el Valle de los Reyes y el Templo de Hatshepsut desde el aire.
Sí, se permiten bebés y niños pequeños; se aceptan cochecitos y hay asientos para bebés disponibles.
Sí, se sirve té y café antes de despegar.
El tour incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado.
Sí, cada pasajero recibe un certificado de vuelo al aterrizar.
Tu mañana comienza con recogida privada en hotel o crucero en un vehículo con aire acondicionado. Todos los impuestos y tasas están incluidos. Antes de tu vuelo de 30-45 minutos al amanecer sobre Luxor, disfruta de té o café con otros viajeros. Tras sobrevolar sitios históricos como el Valle de los Reyes y el Templo de Hatshepsut con tu piloto local (y muchas fotos), recibirás un certificado de vuelo antes de regresar a tu alojamiento.
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