Si buscas algo más que turismo en Egipto, este tour te lleva a escalar el Monte Moisés para ver el amanecer y explorar el antiguo Monasterio de Santa Catalina con guías locales—además de vivir de cerca la auténtica vida en el Sinaí.
Las luces de la ciudad quedaron atrás cuando salimos de El Cairo en plena madrugada—la verdad, apenas estaba despierto cuando nuestro guía llamó a la puerta del hotel. El viaje hasta Santa Catalina duró horas, pero ver cómo el desierto cambiaba de color a través de la ventana hizo que el tiempo pasara volando. Cerca de Suez, paramos en un puesto a la orilla de la carretera para tomar un café bien cargado; aunque eran las 4 de la mañana, el aire estaba seco y fresco, con un leve aroma a polvo y cardamomo. Por la tarde llegamos al pueblo de Santa Catalina—calles diminutas, silencio salvo por algunos niños jugando al fútbol cerca de la mezquita. Tras instalarnos en un hotel sencillo (sábanas limpias, ducha caliente—nada lujoso), cenamos al estilo familiar: arroz, pollo a la parrilla y pan calentito con un toque ahumado del horno. Me acosté temprano; hay que hacerlo si quieres aguantar lo que viene.
Mi móvil vibró a la 1:30 am—demasiado pronto—pero abajo ya nos esperaba un té caliente. Nuestro guía beduino nos encontró afuera; casi no necesitaba linterna mientras empezábamos a subir el Monte Moisés bajo un cielo estrellado. La subida no es fácil—tres horas de escalones irregulares y curvas—pero de vez en cuando alguien reía o compartía dátiles en la oscuridad. Cuando llegamos a la cima, tenía las manos frías pero la cara caliente por el esfuerzo. El amanecer en el Sinaí es algo único: luz dorada que se derrama sobre montañas infinitas, todos en silencio disfrutando el momento. De bajada, paramos en el Monasterio de Santa Catalina—el aire olía a incienso y piedra antigua—y vimos la famosa Zarza Ardiente detrás de una reja de hierro. De vuelta en el hotel, el desayuno supo mejor que nunca: huevos cocidos, aceitunas y pan plano aún tibio del fuego. Luego tocó subir al van para regresar a El Cairo—piernas cansadas pero la cabeza llena de nuevas historias.
La caminata dura unas tres horas por tramo y tiene escalones irregulares y senderos rocosos. Es posible si estás en forma; nuestro guía beduino marcó un ritmo cómodo y hay lugares para descansar en el camino.
Recomiendo zapatos resistentes para la caminata, ropa en capas (hace frío antes del amanecer), agua, snacks para la energía durante la subida y quizás una linterna o frontal, aunque los guías también llevan.
¡Sí! La cena se sirve al llegar a Santa Catalina (piensa en carnes a la parrilla y pan local), y el desayuno después de la caminata antes de volver a El Cairo.
Puedes visitar la mayoría de las áreas del monasterio durante el horario de visitas—incluyendo iconos y jardines—pero algunas zonas están reservadas solo para los monjes.
El viaje incluye transporte ida y vuelta desde tu hotel en El Cairo en vehículo con aire acondicionado; una noche en un hotel 4 estrellas en Santa Catalina; cena y desayuno; entradas al Monasterio de Santa Catalina; y guía experto, tanto un egiptólogo como un beduino local que lidera la subida al monte.
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