Nadarás junto a lobos marinos juguetones en La Lobería, verás tiburones de arrecife deslizarse en el Canal del Tiburón y flotarás en aguas cristalinas en Las Grietas—todo guiado por un experto local de Santa Cruz. Con snacks incluidos y muchas oportunidades para ver aves y vida marina de cerca, es una experiencia que recordarás mucho después de salir de Galápagos.
Lo primero que noté fue el sonido — no era el mar, sino una mezcla curiosa de ladridos y chapoteos antes de zarpar en Santa Cruz. Nuestro guía, Diego, sonrió y señaló un lobo marino gordito tumbado en un banco como si fuera suyo. “Bienvenidos a La Lobería”, dijo. El paseo en bote fue corto pero lo suficiente movido para que mi cabello se llenara de sal rápido. Cuando paramos, olí protector solar y algo verde — ¿serían los manglares? Dudé un momento antes de lanzarme (siempre lo hago), pero Diego me pasó la máscara y me dijo: “Ve despacio, son curiosos.” Y sí, en minutos los lobos marinos nadaban a nuestro alrededor como perros bajo el agua. Intenté seguirles el ritmo, pero casi solo floté y observé sus burbujas.
La siguiente parada fue Punta Estrada — aguas tranquilas, casi como un espejo. Había piqueros de patas azules posados sobre rocas negras (todavía me fascinan esos pies) y fragatas volando en círculos arriba. También vimos charranes peleando por restos de pescado. Hacer snorkel aquí se sentía distinto; más tranquilo, de alguna forma. Luego Diego nos llevó a un lugar llamado Canal del Tiburón — suena más aterrador de lo que es. Desde un mirador se veían sombras deslizándose bajo el agua; explicó que son tiburones de arrecife inofensivos, simplemente pasando el rato. Intenté sacar una foto, pero no capturó lo cristalina que estaba el agua ni el silencio que se hizo al verlos.
Navegamos junto al Canal del Amor — Diego lo llamó “el canal del amor” con una sonrisa (dijo que las parejas a veces hacen deseos ahí). El agua estaba tan quieta que se veían todas las ondas que dejaba nuestro bote. La última parada: Las Grietas. Es una grieta estrecha en roca volcánica llena de agua fría y clara que sabe un poco salada si te entra en la boca (como me pasó a mí). La luz bajaba en franjas entre los acantilados; nadar ahí fue casi como entrar a una piscina secreta de la naturaleza.
No esperaba reír tanto ni sentirme tan pequeño frente a tanta naturaleza salvaje — ni pensar en esos lobos marinos días después en casa. Si buscas una excursión en Santa Cruz que combine snorkel con fauna auténtica de Galápagos (y unas buenas bromas locales), este tour por la bahía vale totalmente la pena.
La descripción no menciona alquiler de equipo—consulta con el operador si está incluido o lleva el tuyo por si acaso.
El grupo máximo es de 10 personas por reserva en esta excursión de un día en Santa Cruz.
Sí, los snacks están incluidos en tu día de excursión por la isla Santa Cruz.
La edad mínima para participar es de 3 años en este tour por las Islas Galápagos.
No se menciona recogida en hotel—el transporte del tour está incluido desde el punto de encuentro.
Podrás ver lobos marinos, tiburones de arrecife, rayas, tortugas marinas, piqueros de patas azules, fragatas y charranes durante tu visita.
Este tour no es recomendable para embarazadas ni personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Tu día incluye transporte en bote entre los sitios alrededor de la isla Santa Cruz, snacks para cuando necesites un descanso de nadar o explorar las rocas volcánicas, todos los impuestos y tarifas incluidos para que no haya sorpresas, y un guía bilingüe profesional que comparte historias sobre la fauna y la geología local durante el recorrido.
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