Viaja en un bus descubierto por los barrios vibrantes de Quito con un guía local bilingüe, bajando a tu ritmo para explorar plazas e iglesias. Prueba fruta fresca en el Centro Histórico y disfruta la vista panorámica desde El Panecillo, donde la ciudad se siente diferente.
Lo primero que me llamó la atención fue el repique de las campanas de las iglesias que se escuchaba sobre los tejados mientras avanzábamos por el Centro Histórico de Quito en la cubierta superior. Hay algo especial en ver la ciudad desde arriba: la ropa ondeando en los balcones, el entramado de calles estrechas abajo, y ese mosaico loco de edificios antiguos y modernos. Nuestra guía, María, señaló las torres de la Basílica que se asoman al cielo. Nos contó que los locales la llaman “la iglesia inconclusa”—dicen que si alguna vez la terminan, se acaba el mundo. Se rió al decirlo, pero yo no pude evitar mirar hacia arriba para comprobarlo.
Bajé cerca de la Plaza de la Independencia porque, sinceramente, no se puede no hacerlo. La plaza estaba llena de gente alimentando palomas y vendedores con bolsitas de fruta—rodajas de mango con jugo de limón que me dejaron las manos pegajosas. Intenté pedir indicaciones en español y me respondieron con una sonrisa enorme; aquí la gente es paciente aunque uno se equivoque con el idioma. Más tarde, ya de vuelta en el bus doble piso, pasamos por La Ronda donde se escuchaba música saliendo de ventanas abiertas (¿alguien tocando guitarra, tal vez?) y se olía pan dulce recién horneado cerca.
La parada más famosa es El Panecillo—esa colina con la enorme estatua de la Virgen que vigila toda la ciudad. Tuvimos unos 20 minutos para disfrutarla. El aire se sentía más liviano allá arriba (o tal vez era yo), y Quito se extendía abajo como un mapa que casi podías tocar. María nos fue señalando barrios por su nombre—San Juan, San Roque—y me di cuenta de que hay mucho más de lo que se ve desde la calle. El viento traía un aroma a lluvia, pero a nadie parecía importarle; todos estaban ocupados tomando fotos o simplemente contemplando el paisaje en silencio. A veces, cuando escucho campanas en casa, vuelvo a ese momento.
El bus hace una parada de aproximadamente 20 minutos en el mirador de El Panecillo.
Sí, el tour incluye un guía bilingüe en inglés y español.
Sí, es un tour hop-on hop-off, puedes bajarte y subir en varias paradas.
Sí, se permiten bebés y niños pequeños; se aceptan cochecitos o carriolas.
Las paradas principales son Calle La Ronda, Basílica del Voto Nacional, El Panecillo, Plaza de la Independencia, Iglesia San Francisco e Iglesia La Compañía de Jesús.
Sí, se permiten animales de servicio durante el tour.
No, no incluye comidas ni bebidas; puedes comprar alimentos en las paradas.
Sí, los guías hablan ambos idiomas durante todo el recorrido.
Tu día incluye transporte en bus turístico doble piso por el norte y Centro Histórico de Quito con paradas flexibles para subir y bajar, además de una visita de 20 minutos al mirador de El Panecillo, todo guiado por un local bilingüe que comparte historias en cada esquina.
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