Desde la playa de Curazao entrarás a otro mundo—sin necesidad de nadar—para caminar por el fondo del mar rodeado de peces tropicales. Tu rostro se mantiene seco dentro del casco mientras un guía local hace que todo sea divertido y seguro. Prepárate para risas bajo el agua, sorpresas como peces curiosos que te rozan, y momentos que recordarás cada vez que sientas la brisa salada del mar.
Confieso que dudé cuando me entregaron ese casco enorme—parecía más pesado que mi mochila después de un mes viajando. Pero nuestro guía, Miguel, solo sonrió y dijo que bajo el agua se siente más ligero, prometido. Tenía razón. El casco descansó sobre mis hombros como un traje de astronauta raro, pero de repente podía respirar con normalidad y escuchar mi risa nerviosa resonando dentro. Había un toque salado en el aire y el sol se colaba entre el agua mientras caminábamos desde la playa hacia ese mundo azul.
Los primeros pasos fueron tambaleantes (tampoco soy muy ágil en tierra), pero pronto estábamos realmente caminando por el fondo del mar en Curazao. Los peces se movían rápido a la altura de mis rodillas, algunos atrevidos chocaban contra mis piernas cuando Miguel les tiraba comida. Allí abajo todo estaba en silencio salvo por nuestras burbujas—casi una paz total, aunque de vez en cuando cruzaba miradas con alguien a través del casco y nos poníamos a reír. No necesitas saber nadar; siendo sincero, yo apenas floto y aun así caminé esos 100 metros sin preocuparme.
Seguía tocándome el cabello por costumbre—¡y seguía seco! Eso se siente raro bajo el agua. En un momento, un banco de peces amarillos giró tan rápido a nuestro alrededor que perdí de vista al grupo por un segundo. Traté de saludar a una niña detrás de mí (ella me devolvió el saludo con las dos manos). Al salir a la superficie, Miguel nos ayudó uno a uno y hasta bromeó diciendo que parecíamos “robots marinos”. Mis piernas temblaban, pero de esa forma buena, como después de una caminata larga o algo que no esperabas lograr. A veces aún recuerdo esa sensación cuando huelo el mar.
No, para esta experiencia con casco en Curazao no se requieren habilidades de natación.
La parte bajo el agua dura entre 25 y 30 minutos, más 10–15 minutos para prepararse.
Sí, puedes usar gafas o lentes porque tu cara queda completamente seca dentro del casco.
La experiencia con casco está abierta para niños desde los 8 años en adelante.
No se permiten cámaras personales bajo el agua, pero puedes comprar paquetes profesionales de fotos o videos.
Incluye zapatos acuáticos, guía local durante toda la caminata y casilleros para tus pertenencias.
Si eliges transporte al reservar, te llevan de regreso a tu alojamiento tras la actividad.
No se recomienda para personas embarazadas, con problemas cardíacos o pulmonares, ni con cirugías recientes.
Tu día incluye zapatos acuáticos que te colocan antes de entrar al mar, casilleros seguros para tus cosas en la orilla, una charla completa de seguridad con guías locales que te acompañan durante toda la caminata por el fondo marino de Curazao—y si contrataste transporte, te llevan de vuelta a tu alojamiento al terminar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?