Si quieres escapar de las multitudes de Zadar y descubrir rincones secretos para nadar que solo conocen los locales, esta excursión en velero es para ti. Aire puro, aguas cristalinas y relatos que no encontrarás en ninguna guía.
Lo primero que noté al subir al barco fue la brisa salada, justo lo suficiente para despeinarte sin que te haga entrecerrar los ojos. Nuestro patrón, Damir, nos recibió con una sonrisa y un breve resumen de lo que nos esperaba. La marina ya estaba llena de locales que salían a disfrutar su día en el agua, pero nuestro pequeño grupo parecía tener un pedacito exclusivo de la costa de Zadar.
Al dejar atrás el puerto, los sonidos de la ciudad se desvanecieron rápido. El mar aquí tiene un azul distinto, casi como un espejo en algunos puntos. Damir señaló una pequeña cala que yo nunca habría descubierto por mi cuenta; dijo que allí aprendió a nadar de niño. Echamos el ancla y nos lanzamos al agua. Estaba fresca, pero nada que te choque, y podías ver claramente hasta las piedras del fondo. Un suave aroma a pino venía desde la orilla, mezclándose con el olor a protector solar y la brisa marina.
Pasamos un buen rato haciendo snorkel entre las rocas, viendo peces plateados que se movían entre las sombras, y luego simplemente flotamos un rato, tomando el sol. Damir nos contó historias sobre antiguos naufragios cercanos e incluso nos enseñó a manejar el timón cuando el viento subió. De regreso, me estiré en la cubierta, escuchando solo el aleteo de las velas y una risa tranquila que venía de adelante. Cuatro horas pasaron volando, pero parecía que estábamos en un lugar muy lejano.
¡Por supuesto! El patrón se encarga de todo y se asegura de que todos se sientan cómodos, incluso si nunca has navegado o vienes con niños.
Te recomiendo traje de baño, protector solar, quizá un sombrero o una chaqueta ligera (puede haber brisa) y tu cámara o móvil para fotos.
Puedes disfrutar relajándote en la cubierta y contemplando el paisaje; solo avisa al patrón para que esté más atento durante las paradas para nadar.
Tu plaza incluye todo el equipo de snorkel, combustible para el barco y un patrón local amable que conoce estas aguas al detalle. Solo trae contigo lo esencial, ¡y quizás algo para picar si te entra hambre!
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?